uy querido y ya añorado tocayo: Menuda elegancia haciendo mutis por el foro. Ni cuatro días atrás habías dejado en Twitter un comentario (generoso, como siempre) sobre la charleta que mantuvimos Pedro Ugarte y yo en Onda Vasca... y de pronto te has ido. No sin dejar el último mensaje en el que, al marchar, nos agradeces por partida triple haberte acompañado en parte del camino. Esas palabras son tu exacto retrato: siempre más preocupado por dar que por recibir. ¡La cantidad de veces en las que, debiendo haber sido tú el protagonista porque tenías libro nuevo bajo el brazo, preferías hablar de obras de tus compañeros! El cariño unánime que te han mostrado es la prueba de la grandeza de tu existencia y de la del vacío que nos dejas. l