esnortada ministra falta de escrúpulos y con desprecio absoluto por la verdad y por los hechos: Dado que escoge a sus asesoras para que le den palmas o le cuiden a las criaturas, ya sé que nadie le recordará que su tarea no está en las redes sociales sino en su despacho. La misión que se le ha encomendado -vía regalo por ser vos quien sos- es demasiado importante como para que usted ande ejerciendo de aguerrida tuitera. Menos, si sus soflamas de baratillo son mentiras y gordas. Todo lo que ha hecho la Justicia en esa especie de caso Juana Rivas a la vasca que los Torquemadas locales maquinaron contra trabajadoras y un cargo de la Diputación Foral de Bizkaia que pasaba por allí es desmontar cada acusación. No hay más.