- Los premios Goya fueron la primera cita pero aún le esperan los Óscar o los Grammy. En una entrevista, la cómica Susi Caramelo (L’Hospitalet de Llobregat, 1980) charla sobre este nuevo proyecto, que supone la vuelta a su zona de confort, que tantas alegrías le ha traído, desde que en 2019 se convirtiera en la reportera revelación de Las que faltaban, gracias a sus entrevistas a pie de alfombra llenas de humor y desvergüenza.

El éxito le trajo un programa propio y, aunque con algún traspiés por la pandemia, desde entonces no ha parado. Con la cineasta Isabel Coixet como maestra de ceremonias, Rojo Caramelo arranca hoy a las 22.30 en el canal #0 de Movistar Plus.

¿Cómo se siente por volver a las alfombras?

-Super ilusionada. Cuando Movistar me ofreció mi primer programa propio (Caramelo) el formato iba a ser de alfombras pero tuvimos que descartarlo porque llegó la covid y era inviable. Que otra vez me den la oportunidad de volver a las alfombras quiere decir que volvemos a la normalidad, que estamos empezando a salir de la puñetera pandemia y es un motivo de alegría.

¿Qué le dan las alfombras para que le gusten tanto y qué le da usted a las alfombras para gustar tanto?

-Me va mucho el cachondeo, me gusta mucho más trabajar fuera, con el entorno y con los estímulos (...) aparecen muchos más chistes, porque nosotros trabajamos mucho la improvisación y la cabeza te va a mil por hora. ¿Y qué les doy? Pues yo creo que la gente en las alfombras va con un rollo muy serio. Los periodistas que yo veo suelen trabajar para programas serios. Yo transmito bastante alegría, soy bastante pizpireta y no saben por dónde voy a salir. Muchas veces me sorprendo a mí misma, soy una persona que me muevo por instinto. Ni siquiera yo sé lo que me voy a encontrar, ni cómo voy a actuar.

Entonces, ¿las alfombras se las prepara o es todo improvisado?

-Nosotros siempre llevamos preparadas las alfombras, tienen mucha preparación previa. Parece que está todo improvisado, pero la improvisación buena es la que está bien preparada. Normalmente nos pasan una lista de invitados y yo ya tengo muchas preguntas preparadas para los que me interesan.

Uno de los eventos que parece que va a cubrir son los Premios Óscar en Los Ángeles. ¿Cómo va a controlar la emoción?

-Pues en los Óscar voy a ser incontrolable. Ahí me van a tener que controlar los del equipo porque voy a estar a cien por hora. Ni siquiera me creo todavía que vaya a estar ahí. Cuando hablo con mi madre le digo, no me digas cómo he conseguido esto porque creo que soy la única persona en España que va a ir a cubrir los Óscar sin hablar inglés. No sé ni cómo lo voy a hacer. Ahí jugaremos mucho con la improvisación y a ver qué nos encontramos. Aquí estoy un poco más refugiada, porque ya me conocen, pero allí va a ser como volver a empezar porque no me conoce nadie.

¿Es cierto que algunos famosos hacen fila para que los entreviste?

-Me ha pasado muchas veces que me vienen representantes de artistas que a lo mejor no tengo en la lista y me piden que los entreviste, que la gente pasa más lento por mi lado a ver si los entrevisto o he visto incluso a gente esperando. No me las quiero dar de nada, pero me ha pasado, de gente que la tienen ahí parada para que los entreviste.

¿Y hay alguno que huya de usted?

-Que yo me haya dado cuenta, no, pero seguro que sí que lo hay. Con la única que me ha costado mucho y que a día de hoy no la he entrevistado y me encantaría es Rosalía. Pero porque está muy protegida por el equipo que lleva. Cuando ves pasar a Rosalía es como ver pasar a la virgen, la llevan en volandas. Me encantaría que algún día se parara a hablar conmigo porque a mí me cae bien y yo creo que a ella también le caigo bien. Aunque ya tiene todo muy cerrado antes de entrar a la alfombra, ella siempre me hace algún guiño.

Las preguntas incómodas son lo suyo, ¿a usted le incomoda que le pregunten algo?

-Sí. Que me hablen del humor en las mujeres porque me parece que sobra ya la pregunta, ya no procede. Tenemos que avanzar, no quedarnos siempre en la misma pregunta de qué tal, lo has tenido difícil por ser mujer... Cansa y el hecho de que me lo pregunten ya es un indicativo de que hay que avanzar y no podemos estancarnos en lo mismo. No quiero que me pregunten por eso, no me gusta que me pregunten si me considero más graciosa o menos graciosa por ser mujer.

“Parece que está todo improvisado pero la improvisación buena es la que está bien preparada”

“Que me den la oportunidad de volver a las alfombras rojas quiere decir que volvemos a la normalidad”

“Transmito bastante alegría, soy bastante pizpireta y no saben por dónde voy a salir. Me sorprendo a mí misma”