Nathalie Poza lleva el tiempo suficiente en la profesión como para haber descubierto que actuar es algo tan apasionante como inestable. No se queja de cómo le ha ido y le está yendo de actriz, y piensa que es un lujo haber trabajado con una plataforma, en este caso Movistar, sobre todo por el alto nivel y la calidad de las grabaciones que se acometen.

¿Cómo se ha sentido de jefa de una unidad antiterrorista, aunque sea en la ficción?

Ha sido una sensación diferente a otros trabajos que he hecho. En este, y también en la obra de teatro en la que estamos, Prostitución, los personajes que interpretas existen, cuando en otros son mera ficción.

¿Son por lo tanto más comprometidos?

Sí. Por un lado dan mucho vértigo, y por otro son muy excitantes. Yo incluso desconocía la existencia de este tipo de policía, una unidad que lucha contra el yihadismo.

Pero usted ya había hecho historias policiales.

Sí, pero diferentes. Entrar en el personaje y saber que detrás de toda la ficción hay una mujer real, una mujer que ocupa un alto cargo, impresiona, y mucho. Por eso digo que mi personaje en La unidad me ha impresionado tanto.

¿Y cómo es en la realidad esa mujer que usted ficciona en La unidad

Es muy normal, pero tiene una cabeza para desarrollar su trabajo que yo no tengo. Ese es el privilegio de mi curro, que te puedes poner en la piel de personas extraordinarias en el sentido total de la palabra. Cuando nos encontramos, me pareció una persona muy jovial, extrovertida, pero con un cargo de mucha responsabilidad, un cargo que conlleva una enorme presión. En la unidad antiterrorista de verdad se apoyan y se sostienen los unos a los otros.

Pero el funcionamiento de las jerarquías también existirá...

Dani de la Torre, el director y creador de La unidad, lo tuvo claro desde el principio y nos dijo que no quería que se notaran esas jerarquías que estamos acostumbrados a ver en la ficción, sobre todo en la que nos llega de Estados Unidos. Yo soy la comisaria jefe, y si hay que dar un golpe encima de la mesa, se da. Pero hay muchas formas de entender las jefaturas. Quizá por eso se llama La unidad, porque lo importante es el equipo, el grupo. Quienes están ahí se sostienen más entre sí que con sus propias familias o con sus amigos. Lo saben todo los unos de los otros y luchan por una misma causa.

Parece que de verdad le impresionó el trabajo del grupo antiterrorista que conoció para preparar la serie.

Mucho. Salvan vidas, no es que ganen mucho dinero y hacen un trabajo muy importante sin que se entere nadie. Es más, que no se entere nadie de lo que hacen es importantísimo para su trabajo. Fíjate en que normalmente, cuando nos enteramos de algo es cuando sale mal una operación. Creo que es un trabajo muy ingrato y para el que hay que tener mucha vocación. Ya digo que la persona en la que está inspirado mi personaje tenía absoluta pasión por lo que hacía.

Lleva una temporada de amor y lujo en su vida profesional.

Me alegra que se vea así, porque estos días yo lo veía todo muy gris. La verdad es que he trabajado mucho en mi carrera.

En televisión, un cuarto de siglo.

Uf, es cierto. El tiempo pasa y a veces no te das cuenta de que has dado vida a un montón de gente. Esta es una profesión difícil y siempre hay una crisis que sumar a la crisis perpetua que viven el cine, la televisión y el teatro. Hablo desde el punto de vista laboral, de trabajo. La verdad es que se hacen muchas cosas, pero es que también somos muchos actores los que estamos esperando a que un personaje llame a nuestra puerta.

"Se están haciendo apuestas por una ficción de mucha calidad"

Pero se habrá notado un mayor número de propuestas tras la llegada de las plataformas...

Sí, claro que se nota, pero también es cierto que puede haber más trabajo y que no te toque a ti. Yo estoy feliz, porque quería estar en una serie de Movistar+, era algo que tenía visualizado. Tenía esa esperanza y se ha cumplido.

¿Y se ha cumplido en cuanto a expectativas el modelo de serie con la que dice que soñaba?

Ha estado muy por encima de cualquier expectativa. No esperaba trabajar en una serie tan bella y tan apasionante de hacer, por lo que ha sido un regalo y mucho más que haber cumplido ese sueño que tenía de trabajar para una plataforma. Acababa de rodar Invisibles con Gracia Querejeta cuando apareció este trabajo, y aprovecho para decir que se están haciendo apuestas por una ficción de mucha calidad. Las plataformas están dando mucho trabajo, y no solo a los actores, a todos los profesionales de la industria.

¿Cómo definiría La unidad

Sí, pero no solamente es acción. Al igual que en La línea invisible, en Hierro€ hay algo que se acerca mucho al espectador desde lo humano. Era algo que echaba de menos en la ficción española y que es lo que nos gusta de las grandes series que llevamos viendo hace muchos años.

¿Qué es lo que humaniza una serie de acción?

Entrar dentro de un personaje, de su mundo, y no solo de cómo realiza su profesión. Es ver cómo son sus casas, cómo combinan sus vidas personales con las profesionales. Es lo que da atractivo a una serie y lo que hace que empaticemos los unos con los otros. Eso también permite que en las plataformas se de visibilidad a todo tipo de actores.

¿También a la mujer a partir de los 45 años? Porque muchas compañeras suyas se quejan de que la mujer se vuelve invisible según va pasando el tiempo.

Yo tengo 48 y acabo de interpretar a Carla, uno de los personajes principales de esta historia. En La unidad se da mucho juego a las mujeres, porque también está Marian Álvarez, luego además tenemos toda una parte de mujeres árabes que es importantísima. En La unidad se demuestra que hay muchas mujeres en puestos importantes en las policías, y es algo que se desconoce. Es una invitación a que se normalice, en la sociedad y en la policía real.

Pasemos al teatro, ¿es difícil la función Prostitución

Es una obra muy compleja, concebida por la necesidad de explorar ese universo. Es una función en la que el director, Andrés Lima, sumerge al espectador en un mundo que desde fuera se ve con muchos miedos, muchos prejuicios y sin observar lo que hay de verdad en él.

¿También se sumergieron en el mundo de la prostitución para llevar el tema a los escenarios?

Por supuesto. Todo nace de las conversaciones y encuentros que tuvimos con grupos dedicados a la prostitución. Es una obra que abre el debate, que crea empatía y que apela a los sentimientos de las personas. Espectadores que han visto la función nos han contado que desconocían la visión del tema que nosotros ofrecemos en Prostitución, y que era algo que tenían muy estigmatizado. Es lo mismo que te contaba de La unidad: hasta que no conoces a las personas no puedes, o no debes, juzgarlas.

¿Usted también tenía prejuicios frente a las mujeres que ejercen la prostitución?

También, cómo negarlo, y hasta que no me acerqué a ellas para ponerme en su piel no tenía ni idea de cuál era la auténtica realidad de muchas. Eso es lo maravilloso del teatro, de la ficción en general, el poder ponernos en la piel de los demás y mostrar a personajes que son fuertes y que no están debilitados por ejercer determinadas profesiones. Hay papeles que te dan una visión general de las cosas y te permiten tomar conciencia de lo que podemos cambiar en la sociedad.

¿Qué ha quedado en suspenso en su vida laboral con la pandemia?

Sobre todo seguir con la gira de Prostitución. Todavía hay que ver cómo evoluciona esta situación, cómo van a abrir los teatros, cómo va a reaccionar el espectador... Hay tantas cosas en el aire que mejor esperamos a ver cómo va todo. También estaba previsto el estreno de la película La boda de Rosa en el festival de Málaga, pero todo está aplazado y esperamos que se resuelvan los problemas y que podamos hacer nuevamente cine, teatro y televisión.

Hemos dicho que lleva 25 años en el mundo de la interpretación. ¿Era una decisión que le rondaba de niña o que le surgió a bote pronto?

Surgió de una forma muy orgánica y natural, no a bote pronto. Si miro atrás veo que en la adolescencia y la juventud ya fantaseaba con dedicarme al mundo de la interpretación, o al de la música. Cuando terminé de estudiar lo que había que estudiar, antes de decidir lo que quería ser, entré en una escuela de interpretación, luego en otra, fui buscando especialidades, y a partir de ahí nunca dejé de actuar. Lo comuniqué en mi casa, y no sé si es lo que más les gustaba para mí, pero no dijeron nada y enseguida me apoyaron. Todo fue natural y no hubo dramas en casa, así que poco a poco me fui metiendo en este mundo tan apasionante.

Sí, pero con muchos altibajos.

Claro, pero nadie te ha asegurado nunca que esta profesión, como cualquier otra, vaya a ser fácil. Con los años aceptas que la estabilidad y el equilibrio no van con esto, pero es lo que yo elegí un día y de lo que ahora estoy orgullosa.

PERSONAL

Edad: 48 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Formación: Tuvo claro siempre que su profesión de futuro tenía que ver con la interpretación o la música. Estudió interpretación, piano y ballet.

Trayectoria: Comenzó en teatro con grupos como Animalario. Hace 25 años se estrenó en televisión gracias a Médico de familia. Sus últimos trabajos están ligados a este medio: La catedral del Mar, Caronte y La unidad son sus más recientes títulos. Ha trabajado en las películas Mientras dure la guerra, Invisibles y La boda de Rosa (pendiente de estreno), y en la obra de teatro Prostitución.