1 Momentos extremos. Es un irreverente que ha vivido momentos extremos y contradictorios. Van dos de ellos: ha sido rico y se arruinó; se enamoró de Yolanda, su mujer, se separó, pero volvieron.

2 Lenguaraz. Se considera impulsivo, lenguaraz y con incontinencia verbal. Es de los que perdonan y olvidan siempre que no le toquen sus sentimientos profundos, pero si le dañan el corazón, ni perdona ni olvida.

3 Maniático. No ha tenido que llegar el coronavirus para que se lavara las manos con asiduidad; de hecho, ya era uno de sus tics. Y no usa un jabón cualquiera, sino un detergente muy conocido: Fairy, su favorito.

4 Cuidados profesionales. Su voz es su herramienta de trabajo, el instrumento que le permite hacer reír y pagar sus facturas. La cuida mucho y dice que se ha vuelto un enfermo de las pastillas para la garganta.

5 Complejos. Nunca los ha tenido en exceso, pero confiesa que durante su adolescencia ser gordito, expresión que utiliza él, le produjo cierta desazón. Eso sí, para ligar tenía su secreto, la risa.

6 Su preferido. Con Boris Izaguirre han sido compañeros y son amigos, y el venezolano es el personaje que siempre ha estado el primero en su ranking. Le gusta imitarle y lo clava, porque le conoce muy bien.

7 Paciente. Caracterizarse es un paso previo que exige buenas dosis de tranquilidad. Estas ocasiones en las que ejerce de santo Job las aprovecha para repasar a fondo los guiones.

8 Sus secretos. Son tener buen oído; ser muy observador para recordar tonos, gestos y formas de andar; y tener delante un espejo para ensayar y repetir muchas veces. Todo esto, si puede, con tiempo por delante.

9 No fuma. No lo dejó por salud, que también, sino porque en una imitación de Bisbal le salió un gallo y no pudo llegar al tono del almeriense. Ahí abandonó el tabaco.

10 De cuentos. Cuando su hija Candela era pequeña y llegaba de una actuación, si estaba despierta le contaba un cuento imitando las voces de cada personaje del relato.