n el mismo puerto de Belate existe una pequeña explanada donde acostumbran a aparcar los vehículos de los excursionistas que se aventuran en este espectacular rincón de la montaña navarra. Cruzamos una langa y nos introducimos en un soberbio hayedo. Enseguida salimos a terreno despejado y quedamos sorprendidos al contemplar el hermoso rincón que acoge a la ermita de Santa María y al antiguo hospital de peregrinos.

Por encima de la ermita, junto al muro que delimitaba los terrenos del cenobio, sale a mano izquierda una calzada empedrada por la que ascendemos en pronunciados lazos. Caminamos sobre la antigua vía romana que unía Aquitania con la capital del reino de Navarra.

Llegamos al collado de Ermitakolepo, que se abre entre las cumbres de Akenatz y Matrakola. Encontramos la histórica ermita de Santiago de Belate, ancestral refugio de peregrinos, reedificada desde su ruina absoluta. La milenaria calzada pone rumbo al norte y enfila sus pasos hacia los valles de Bertiz y Baztan flanqueada por 17 esbeltos menhires de más de dos metros. Ermita, calzada y monumentos megalíticos son testigos de la historia de este paraje desde hace más de 3.000 años.

En el collado dejamos la calzada romana y seguimos a la derecha por una pista que flanquea la vertiente del pico Azkenatz y entra en el bosque. Remontamos por pista hacia la cabecera del arroyo Aratxuri, donde encontramos una vieja cabaña de pastor. Salimos del bosque y nos acercamos a la pequeña chabola pastoril de Eztebenea, en las pendientes de Gartzaga. Aquí encontraremos una fuente-abrevadero y un buen refugio en caso de necesidad.

El camino que busca las cumbres de Okolin y Saioa remonta la herbosa ladera hacia el cordal. Lo abandonamos y vamos a mano derecha, manteniendo la altura, y comenzamos a trazar un amplio flanqueo por la vertiente occidental de Okolin. Los numerosos senderos dibujados por el paso del ganado en su diario trajín sobre los pastos, nos encauzan sobre los techos del bosque.

El collado de Irumugeta dibuja un descanso en el cordal que desde Okolin desciende hacia el barranco de Aratxuri. En este collado, como bien indica su nombre, se unen los términos de Baztan por el norte, Lantz por el sur y Anue por el este. Encontramos varios crómlech, círculos de piedra donde se enterraban los restos incinerados de los difuntos.

El diminuto crestón de Algorrieta aflora al borde del hayedo. Nos aupamos sobre la cresta y nos asomamos sobre los inmensos bosques de Belate. Escrutamos el roquedo para buscar entre las lajas de roca arenisca algunas formas que, de inmediato, comienzan a llamar nuestra atención. Son grandes piedras de aspecto circular labradas por el hombre que yacen en el roquedo. Antaño, la peña de Algorrieta y su vecina peña de Lokieta fueron utilizadas como canteras donde se extraían y labraban las muelas para los molinos que se aposentaban en el valle, junto a los cursos de agua. Algunas de estas rocas labradas aparecen desperdigadas por la ladera, rotas, a medio trabajar o partidas. En algunas, observamos el orificio labrado en su centro para el eje de la zona de molienda.

Seguiremos el rumbo que nos ha traído hasta Elgorrieta y emprendemos el descenso hacia el puerto de Belate. Rodeamos bajo las lajas que forman la cumbre de Lokieta y nos acercamos a un haya solitaria situada en mitad de la vertiente, junto a la que encontramos una piedra de molino tallada que quedó abandonada. Buscamos de nuevo la compañía del hayedo. No tardaremos en encontrar pequeños hitos de piedra que nos guían por su interior.

Pronto aparece una vieja pista forestal a nuestros pies. La ruta se arrima a orillas de un delicado arroyo y alcanza las ruinas de una vieja cabaña de carboneros cubierta por los musgos. Cruzamos un pisote en la alambrada y salimos a una franja despejada con un par de puestos para la caza de la paloma.

Monte abajo nos susurra el arroyo de Aratxuria. Cruzamos sus aguas cristalinas y regresamos a la ermita de Santa María y al antiguo hospital de peregrinos. Este es, sin lugar a dudas, un rincón embaucador y sugerente.

Valle de Baztan. Ruta Circular

Desde Iruñea circular por la N-121-A y en el kilómetro 27 coger el desvío que marca “Belate, Ultzamako Benta”. Desde este punto apenas restan 3 km para alcanzar el puerto de Belate.

2 h 30 min.

400 m

9 km.

Rutas por Euskal herria

DEL LIBRO: 100 rutas senderistas por Navarra

TEXTO Y FOTOS: V.V.A.A.