Los agentes de Policía Foral que vigilan las carreteras de Navarra se han visto sorprendidos este martes por un vehículo que parecía llegado del futuro. Se trataba de un ciclo sin motor descapotable de cuatro ruedas de un vistoso amarillo que fue localizado por los patrulleros en Muru-Astráin (NA7010).

Un velomóvil es un tipo de vehículo impulsado por humanos que tiene un diseño basado en el de la bicicleta reclinada. Es algo más que una bicicleta carrozada. A diferencia de las bicicletas, los velomóviles están cerrados, lo que aumenta la eficiencia aerodinámica, brinda protección contra el clima para el conductor y lo protege en caso de colisión.

Ese puesto de mando está rodeado por una auténtica jaula de seguridad, que hace las veces también de chasis realizado con aluminio aeroespacial, un material ligero y tan resistente que sus responsables aseguran que soporta fuerzas de hasta cinco toneladas, aunque también existen otros modelos abiertos, como el que sorprendió a los agentes navarros.

En un velomóvil no eléctrico el pedaleo continuo de una persona normal es alrededor de 100 vatios que, traducido en términos de velocidad, nos daría unos 35 kilómetros por hora gracias a su cubierta aerodinámica. Un deportista o atleta desarrolla hasta 200 vatios de potencia con sus piernas, superando fácilmente los 40 kilómetros por hora.

En el caso del velomóvil eléctrico los 100 vatios del pedaleo se combinan con los 250 vatios de un motor eléctrico, dando una potencia combinada de 350 vatios, logrando unos 50 kilómetros por hora. Esto es así porque el motor eléctrico solo es utilizado durante la aceleración y subida de pendientes, ahorrándose energía de la batería y su tiempo de autonomía.