Picasso, el perro que se hizo viral en las redes sociales en 2017 por una malformación en su hocico, ha sido por fin adoptado por Liesl Wilhardt, una mujer de 51 años de edad.

Este perro, una mezcla de pitbull y chihuahua, tiene una discapacidad facial de nacimiento. Su cara está torcida por una anomalía en la mandíbula superior, que le hace tener una sobremordida que apunta hacia la izquierda, creándole una expresión extraña en la cara que le provoca que solo pueda lamer el lado izquierdo de su cara.

A pesar de esto, el perro está totalmente sano, no siente dolor y puede comer, jugar y ladrar perfectamente.

La historia de Picasso

Según explica el medio ‘The Express’, en las navidades de 2016, Picasso y su hermano Pablo, que no sufre de malformaciones, fueron abandonados en la calle. Los llevaron a un refugio donde estuvieron a punto de sacrificarlos. Sin embargo, en 2017 los enviaron a otro refugio en California (EEUU) y allí fueron salvados.

Pronto Picasso, quien tiene ese nombre porque sus particulares rasgos se asemejan a un cuadro del pintor, se viralizó en las redes sociales y obtuvo el cariño de muchísima gente. No obstante, no conseguía tener un hogar.

Hasta ahora que Liesl Wilhardt, una mujer de 51 años, ha adoptado a Picasso. Según explica el periódico Clarín, en su nueva casa la mascota no vive sola, lo hace junto a ocho perros, dos gatos y un cerdo llamado Pax, rescatados por Liesl.

"Puede hacer todo lo que hace un perro normal, pero come un poco desordenado. Conoce trucos y órdenes. Puede hacerse el muerto, saludar, caminar hacia atrás en círculos, saltar a través de aros", comentó Liesl Wilhasdt.

En un principio, la idea de Wilhasdt fue la de adoptar a la pareja de hermanos. Sin embargo, Pablo murió trágicamente de un aneurisma cerebral en octubre de 2017.