Asociado a la mala suerte y como réplica de alarma, la fusión de los días martes y viernes con el número 13, no recibe una buena acogida.

Uno de los días más señalados en el calendario, aunque mayormente no sea como una fecha favorable, ha conseguido cuajar en múltiples costumbres y continentes de la forma más despiadada.

La fecha que goza de cierta descendencia romana sumado a una combinación cristiana, es fruto de varias “evidencias” que perduran en las creencias desde hace siglos.

“En día 13, ni te cases, ni te embarques”

La mitología griega, también es partícipe de esta data de pánico y estrago. Marte, Dios de la guerra, lucía la destrucción como fiel atuendo.

Por otro lado y frente a varios episodios de infortunios, se encuentran la caída de Costantinopla por los turcos otomanos, hasta la llegada del Anticristo en el capítulo 13 de la Biblia. A pesar de todo, no existe ningún estudio científico que apruebe este tipo de sucesos.

En Estados Unidos, la fecha relacionada con la mala suerte es el viernes.

Por ello, algunos aviones, hoteles o conciertos, eliminan esta fecha del calendario.

Del mismo modo, recomiendan no cruzarse con un gato negro, no derramar sal, evitar las escaleras o no vestir ropa íntima de color verde. Ver para creer.

No obstante, esta fecha no es la única que arrastra el estigma de la mala suerte. En Italia, por ejemplo, el viernes 17 es día de mal augurio.

Por el contrario, la cultura asiática se adelanta un poco más. El día cuatro, por lo general, está relacionada como una cifra que atrae la desgracia.

Para todo aquel que sea supersticioso, todavía estamos a 13 meses, sin ser ningún tipo de broma macabra.

De esta forma, si decidimos seguir fijándonos en los miles de episodios catastróficos, por cada cultura o país, probablemente ningún día del mes estaría libre de culpa.