En Canadá una pequeña yorkie, sin pensarlo dos veces, se enfrentó a un coyote salvaje que estaba poniendo en peligro la seguridad de su dueña, Lily Kwan de 10 años.

La raza de perros yorkshire terrier son mejor conocidos como los llamados falderos por su pequeño tamaño. Miden unos 15 cm de alto y el peso de ellos ronda los 4 kilogramos.

Y es que, a pesar de su pequeño tamaño, estas razas son bastante valientes y lo dan todo para defender a quién los cuida en su día a día. Hay gente que de manera coloquial los cataloga como que padecen de síndrome de Napoleón, por la confianza que se tienen sin importar su apariencia.

Lo que ocurrió fue que la niña estaba paseando a su perra, en la ciudad de Toronto, muy tranquila. De repente, un coyote se acercó al lugar, una zona donde con anterioridad se habían comunicado avistamientos del animal salvaje.

“Pensé, Dios mío, qué va a pasar, porque el otro día vi publicaciones en Facebook del mismo coyote persiguiendo niños, mordiendo a un niño y pensé, ¿soy yo la próxima? ¿Qué me va a pasar?” manifestó la pequeña muy asustada por lo ocurrido.

Kwan decidió empezar a gritar pidiendo ayuda mientras el coyote la perseguía sin parar. Estas imágenes fueron captadas por la cámara de seguridad instalada en la casa de la menor.

La niña, quien soltó la correa de su perrita mientras huia, aseguró “corrí a la acera y comencé a gritar pidiendo ayuda. Nadie me escuchó”.

Macy, la perra que tiene seis años, intentaba protegerla y el coyote la atacó dándole una dentellada. Todo terminó cuando un vecino del barrio salió de su casa y ahuyentó al animal.

El incidente sucedió mientras la madre de la menor se encontraba en el trabajo. La mujer, muy feliz y agradecida, dijo “mi perra haría cualquier cosa por nuestra familia, así que no me sorprende que haya hecho eso”.

La pequeña perra sufrió ocho grandes heridas debido a su gran valentía. Fue intervenida y ahora se encuentra en recuperación en un veterinario de la zona.