Una mujer de origen australiano pudo reunirse de nuevo con su gato después de que el animal se metiera en un camión de mudanzas contratado por sus vecinos y emprendiera un viaje de 1.126 kilómetros. Los vecinos de Georgia Whipp, de Longreach, en Queensland (Australia), se mudaron de casa el pasado viernes. Media hora después de que emprendieran camino hacia una nueva vida, Whipp notó la ausencia de su gato P-Puss. La mujer comenzó a preocuparse seriamente cuando al día siguiente su mascota no estaba en la casa para tomar su desayuno. “Me preguntaba si se habría subido en el camión de mudanzas, porque suele hacerlo en los vehículos que están aparcados enfrente de casa cuando se dejan las ventanillas abiertas”, comentó a Australian Broadcasting Corp. Whipp se puso entonces en contacto con la empresa de mudanzas para explicarles la situación. Al día siguiente recibió una llamada en la que le avisaron de que P-Puss había sido localizado en el camión en Brisbane, a más de 1.000 kilómetros de distancia de su hogar. Pero, media hora después de la primera llamada, los empleados de la empresa de transportes volvieron a ponerse en contacto con ella para informarle de que su gato se había vuelto a escapar y se encontraba desaparecido de nuevo. El felino pasó una noche en paradero desconocido hasta que al día siguiente pudo ser localizado tras hacer saltar la alarma de un hogar. Whipp publicó un mensaje en las redes sociales pidiendo ayuda para traer de vuelta a su mascota. Un voluntario se ofreció a viajar con el felino para entrégaselo a su dueña.