SI preguntamos a nuestros alumnos sobre el uso que hacen a diario de las tecnologías, no nos va a resultar sorprendente saber que de forma masiva la introducción de las tecnologías en las aulas es una realidad. Si preguntamos a las autoridades de la comunidad educativa y a los profesores, también de forma mayoritaria apoyan la introducción y el uso de todo tipo de herramientas tecnológicas con el fin de mejorar las habilidades y el desarrollo educativo de nuestros estudiantes.

Pero cuando hablamos de cuál es la razón para introducir la tecnología o que simplemente nos expliquen en qué grado ha mejorado la educación y la enseñanza en los últimos tiempos, el número de respuestas que se basan en hechos y evidencias es mínimo. Si estas generaciones que se supone han utilizado, entendido y disfrutado del uso de tecnologías en el aula, al terminar bachiller no optan por estudiar carreras relacionadas con lo que en el mundo educativo llamamos STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), no se entiende.

Mis preguntas son, el uso de tablets y ordenadores en las aulas, ¿disminuye su motivación por estudiar después carreras tecnológicas? ¿Se está perdiendo el aspecto colaborativo de la educación? ¿Los alumnos con menores recursos son los grandes perjudicados? Para saber esto no nos podemos quedar en la mera opinión o idea, tenemos que buscar en las pruebas y evidencias y si no hay estudios suficientes, empezar a realizarlos.

He estado revisando informes de Estados Unidos y en casi todos ellos se habla del perjuicio que el uso de ordenadores y tablets en las aulas está teniendo en muchos colegios públicos en los que se aplicó la política educativa one-to-one (individual), un dispositivo electrónico por alumno. Se hace especial incidencia en el impacto negativo a la hora de estudiar Matemáticas con el ordenador. En un estudio del año 2019 se dice que "los alumnos de cuarto grado que usaron tabletas en todas o casi todas sus clases tuvieron, de media, catorce puntos menos de lectura que aquellos que nunca las usaron". Estoy hablando de estudios realizados en Estados Unidos, porque no he logrado dar con nada por aquí que estudie si de verdad la tecnología es tan beneficiosa para nuestros alumnos a la hora de estudiar y sacar mejores notas.

A pesar de esas evidencias me niego a creer que el uso de la tecnología sea negativo y creo que debemos hablar del mal uso que estamos haciendo de ella. Hace años en los restaurantes cuando aparecía un grupo con niños sabías que a partir de los postres los ibas a ver corretear o gritar por el comedor y los pasillos. En la actualidad en lugar del chupete, les endosamos las tablets o los teléfonos móviles y se hace el silencio. Nos hemos preocupado de darles contenidos interesantes para esos momentos, nos hemos preocupado de saber si hay una aplicación con la que puedan practicar idiomas jugando, sabemos realmente qué video están viendo si el que nosotros pusimos solo dura 3 minutos y ya lleva una hora con el móvil. Preguntas similares nos tenemos que hacer en las aulas. La primera pregunta es saber la motivación que les supone a los alumnos utilizar estas herramientas porque en la mayoría de los casos se convierten en meros consumidores de tecnología. Les enseñamos a aprobar el examen de conducir, pero no enseñamos realmente a conducir. Vamos a tratar de profundizar en todo esto y en breve trataré de mostrar evidencias que nos digan la verdad de la tecnología en las aulas.

@juandelaherran