"Ikusi mendizaleak baso eta zelaiak, mendi tontor gainera igo behar dugu"

Pudiera ser la canción que nos ocupa la cuarta publicada en la revista Pyrenaica y la que más auge tuvo, tiene y tendrá. No obstante, estos datos estarían a falta de revisar y cotejar por investigadores de la materia musical, que no es mi caso. Pero si quiero aportar este artículo, pues la historia de Ikusi Mendizaleak, tras 54 años de vida, estaba sin contar..

En la revista Pyrenaica (Anales de la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo), en su primer número impreso (1926, página 34), se muestra la primera en publicitarse en un soporte propio para el deporte del montañismo. Se titula Altza Gaztiak (*2) (Himno a los Mendigoizales, escrito con ese antetítulo), compuesta por José María de Beobide Goiburu y escrita por Emeterio Arrese Bauduer. Veintinueve años después, en 1955, la vuelven a insertar. Es el himno juvenil de los montañeros.

Pero ojo, once años antes de que se publicase esta canción, que luego fue la del Athletic Club de Bilbao (parece que Carmelo Bernaola así la adaptó), en 1915, el bardo de Laudio/Llodio Ruperto Urkijo Maruri compone Luciano y Clara, después modificado su título a En monte de Gorbea. Este precioso zortziko es otro de los himnos históricos del montañismo vasco. Curiosamente Ruperto nunca estuvo en Gorbeia, pero sí dejó una marca de por vida en esta montaña, que tiene una cruz a cuestas. Tres años antes de que la compusiera se instaura el montañismo vasco, en Bilbao, de manos del CDB, y se constituye su Sección de Montaña. Es el primer club montañero vasco, y sus miembros despiertan y expanden la conciencia mendizale en toda Euskadi.

En 1928 y 1929 Pyrenaica publica dos canciones montañeras más, Goazen mendira y Gure Antxon maiteari, ambas firmadas por Iñaki Elorza Echeberria (músico y montañero, miembro activo de la FVNM, quien el 14 de agosto de 1929 fallecía en el monte Uzturre, en Tolosa).

La segunda de ellas, impresa en Pyrenaica nº 12, página 30, parece ser que la compuso el malogrado Elorza expresamente para cantarla en Izaspi (el balcón de Urola y de Gipuzkoa, cota 973 metros), con motivo de la colocación de un buzón alpino por los hermanos Linazasoro, acabando la fiesta con la imposición de medallas a los finalistas eibarreses.

37 años después, Sabin López de Guereño, le regala a su novia Ikusi mendizaleak, y a su vez la regala a todos los montañeros vascos. Pero veamos cómo es el recorrido de la canción y, por supuesto, de su autor.

Acerca del autor

El propósito de este artículo es doble. Primeramente, honrar la obra musical de Sabin, y después contar por vez primera cómo y por qué este bilbaíno compuso esta preciosa melodía que hemos cantado los que ya peinamos canas desde que teníamos uso de razón (en mi caso, desde los 4 años -1969- en el Club Alpino Padura que aita presidía en Arrigorriaga; ese fue el momento de expansión de la canción entre clubes de montaña y grupos de txistularis).

Hay mucho que contar y no sé por dónde empezar. Vamos allá. Sabin nació el año 1941 en la calle entonces llamada Espartero (ahora Ajuriaguerra) de Bilbao. Era el menor de seis hermanos. De su aita, Lorenzo López de Guereño (plentziarra), aprendió a amar al pueblo vasco, y de su ama, Inés Arrarte Martínez (bilbaína), el euskera. Cuando tenía 15 años comienza a salir de excursión al monte junto con un grupo de amigos de Acción Católica de la parroquia de San Vicente en Abando. Cursó los estudios de violín en el Conservatorio de Bilbao, obteniendo el Diploma de Capacidad en el año 1960 y el título de Perito Industrial de la Escuela del gremio, también en la capital vizcaína, en 1964. Tiene un Máster de Dirección de Marketing y Comercial y de Dirección de Ventas por la IDE (1994). Además dispone de los títulos EGA y de la Escuela Oficial de Idiomas de Bilbao de euskera. Sus 40 años de trabajo profesional los desarrolló en la empresa Arteche (Mungia), llegando a alcanzar el puesto de jefe de ventas para el mercado nacional.

La canción Ikusi mendizaleak es la tercera de las que compuso. Aunque no puede precisar la fecha con exactitud (1966-1967), sí recuerda con todo detalle el por qué, el cómo y dónde le surgió la inspiración. Por entonces, a su hermano Xabier Gereño (escritor deustoarra), cofundador de CINSA, empresa creada para fomentar la grabación de vinilos con música y canciones en euskera, le habían gustado dos canciones que Sabino había compuesto. La primera fue Zorioneko egun au, canción lírica dedicada a su cuñado Joseba a su regreso de Venezuela, y la segunda el zortziko Loreak baratzetan, dedicada a su novia, María Luz Zarraga Ateca. Se casaron en el año 1969.

Xabier le comentó a Sabin que compusiera una nueva marcha montañera, porque siempre se cantaban las mismas canciones, véase Mendizaleak aurrera, Agur Zuberoa

Aquella noche, Sabin había dejado a su novia Argiñe (María Luz) en el portal de su casa, en Particular de Alzola. Volvía alegre hacia la de sus padres, con ese paso ágil y rítmico típico de los montañeros cuando caminan. Y sin saber cómo, al llegar a la plaza de Indautxu surgió la melodía, que fue tomando forma mientras la silbada, hasta que llegó a casa. Inmediatamente la escribió. La música ya estaba; faltaba la letra. Se puso manos a la obra y aquella misma noche nació Ikusi mendizaleak. Pasó un tiempo y un buen día Xabier le comentó que la presentara al concurso Nuevas Canciones Vascas, pero el jurado la rechazó porque era una marcha y le parecía de poco interés. Pero la partitura había llegado a manos de txistularis y orfeones, que la empezaron a divulgar sin que Sabin tuviera conocimiento alguno de ello.

Conversando con Sabin López de Guereño, en un momento de la entrevista cuenta que la canción que nos ocupa se editó en la prestigiosa revista Txistulari. Algo más nos une, le comento, además de la cultura del montañismo: yo también escribí un artículo en dicha revista sobre Luciano y Clara.

¿Cuándo la escuchaste por primera vez?, le espeto. La primera fue en la campa de Urbia (Oñati), un día de celebración de Aberri Eguna, y quedé muy sorprendido, me responde. A partir de entonces la aceptación de la canción en toda Euskadi fue sorprendente.

La primera edición en formato disco fue a cargo de los hermanos Argoitia, Irune y Andoni, editado por CINSA (1968), que la incorporaron a su repertorio interpretándola en sus recitales, lo que facilitó enormemente el que la gente fuera aprendiendo, no solamente la música, sino también la letra. Durante algún tiempo, Ikusi mendizaleak ocupó el primer lugar en el Euskal hit parade que, como barómetro de las preferencias del público en este tipo de canción en lengua vernácula, había montado Juan Manuel Ares. En cualquier caso, y siguiendo el consejo de Argiñe, la registró como autor el año 1970.

¿Y qué sientes cuando escuchas por doquier, en las fiestas de los pueblos, cantar tu canción? Porque hoy en día ha trascendido de su autor. "Ikusi mendizaleak no es mía", dice textualmente Sabin," porque el pueblo vasco la ha hecho suya". Al haberse popularizado tanto se ha generalizado la creencia de que es una canción popular (de autor desconocido). No obstante, a lo largo de los años, varios compositores -no menos de diez-, han registrado Ikusi mendizaleak como autores de la misma y le ha costado un gran esfuerzo "deshacer el entuerto".

De mi interior surge una melodía, la escribo y luego hago un poema que encaje

Le pregunto si ha seguido componiendo, qué cosas le motivan y cuál es el proceso creativo que sigue. "Voy a empezar por lo último. Los compositores habitualmente se inspiran en un poema, al que le ponen música. En mi caso es al contrario. Casi siempre, en un momento dado, de mi interior surge una melodía, la escribo y luego hago un poema que encaje con la melodía. Yo vivo en este mundo y me inspiran cosas que pasan a mi alrededor, especialmente las que tienen vinculación con mi pueblo. Por consiguiente, he seguido componiendo canciones amorosas, de cuna, líricas, marchas, biribilketas, y otras, hasta superar las 270 en la actualidad".

Y continúa: "Argiñe y yo tenemos tres hijos: Asier, Aritza y Naiara, y cada uno tiene su canción de cuna, a los que hay que añadir cinco nietos: Izai, Amaiur, Ilargi, Goizane y Bera, cada uno con su respectiva canción de cuna. Y a Argiñe le he dedicado tres canciones: la primera al poco tiempo de hacernos novios; la segunda cuando celebramos las bodas de plata; y la tercera con motivo de nuestras bodas de oro".

¿Y qué dice en cuanto a marchas montañeras? ¿Ha compuesto otras al margen de Ikusi mendizaleak? "Normalmente", responde, "las marchas se escriben en el compás de 2/4. Son rítmicas, para que ayuden a llevar el paso. Eguzkia es una canción lírica con una letra montañera que narra la visión de un atardecer en el monte, donde la puesta de sol, el cielo rojizo y la inmensidad de las montañas oscureciéndose en medio del silencio que me rodeaba, me hicieron poeta. Y Maldatik gora es otra canción líricaMaldatik que expresa lo que siento por ese maravilloso espacio que es Urkiola, que tantos recuerdos me trae a la memoria".

Esta es la historia de la canción montañera vasca que ha marcado una época en todos nosotros y que ahora lo hace en nuestros hijos, aunque el testigo del montañismo, como lo hemos vivido, no sea el mismo en el siglo XXI. Pero la canción, sí.

Ha sido un placer escuchar al maestro, que cuenta los datos, curiosidades y la propia historia de la canción con una dulzura especial, algo que difícilmente se puede explicar. Además de su hija y de Iñaki Llano, el arqueólogo y montañero laudioarra, Juanjo Hidalgo me acompañan en esta primera cita mágica. Gracias en especial para la musa de la canción, Argiñe, todo sonrisa con una magia en su mirada que atrapa a quien tiene la suerte de conocerla.

(*) El autor es investigador del montañismo vasco y miembro de Aranzadi.

(*2)'Altza gastiak' es una bilbirilketa, una canción festiva que escribió el poeta Emeterio Arrese Bauduer (1860-1954) y compuso José María de Beobide Goiburu (compositor y organista de Zumaia). La canción, a mi entender, no es exactamente montañera, pues de las 24 estrofas que tiene, solo en tres de ellas se alude al montañismo. Es un pasacalles que se publicó, según me cuentan, como himno de la FVNM.