Si la Nochevieja de antaño se definía entre quienes pelaban las doce uvas y quienes no lo hacían, desde que Cristina Pedroche llegó a nuestras vidas se divide entre aquellos que conectan con TVE para cambiar de año con Anne Igartiburu y quienes caen en el morbo de ver La Sexta para presenciar el vestido de la famosa presentadora de Vallecas. Porque tras varios años de debates textiles con cava y brilli-brilli, lo que está claro es que tras dicho atuendo navideño (cada 31 de diciembre más escueto, todo sea dicho), existe una suprema y efectiva campaña de marketing. Por parte de la cadena, por supuesto, que triplica audiencias desde que el outfit de Pedroche se alzara como asunto de estado hace un lustro, y por parte de la propia colaboradora, que exprime al máximo dicha polémica.

Precisamente esta semana, hasta en seis entrevistas (¡seis!) la vallecana soltaba pistas de su estilismo nocheviejero. Y lo hacía, como pueden imaginar, con jugosos titulares: “Esta Nochevieja o triunfo por todo lo alto o me hundo, porque el diseño es más arriesgado y no llevo ropa interior porque no puedo”. Así, en pleno mes de diciembre y a la intemperie del secano madrileño. Sin valorar el curioso detalle de la muda ?servidor es mucho más de calzones calientes estilo Bridget Jones? lo más destacado que ha afirmado en varias entrevistas hace referencia a su peculiar visión de la moda. “Es otro concepto, otra cosa, que no tiene nada que ver con lo anterior. No sé si todo el mundo lo va a entender, pero yo lo hago para mí, para sentirme Beyoncé, Lady Gaga, Ariadna Grande y Rosalía en la misma noche. Lo quiero reventar y verme superguapa y supersexy”, informaba Pedroche este miércoles a la revista Pronto. Un proposición que, según las malas lenguas, ya ha generado ansiedad y zozobra en tops chic como Judit Mascó, Paloma Lago o Nieves Álvarez. Dicen que cada vez que escuchan el nombre propio Rosalía llaman de urgencia a Devota & Lomba.

Pero lo que está claro es que el mayor damnificado en todo este embrollo sigue siendo el pobre Alberto Chicote, el compañero transparente de Pedroche en las noches de la Nochevieja de Atresmedia, a quien ya nadie felicita ni el año nuevo. Y eso que el cocinero, en un encomiable esfuerzo fitness, ha perdido más de 30 kilos en los últimos tiempos. Pero poco puede hacer contra el excesivo protagonismo de quien aún sigue sin estar convencida tras varias pruebas de vestido. Eso sí, Pedroche se ha propuesto arriesgar este fin de año un poco más. Ella dará la campanada y Chicote, como siempre, estará a por uvas.