Lo que hace años era símbolo de lujo y fortuna, se desvanece entre vaho de tiempo pasado. A modo de esqueleto arquitectónico, múltiples hoteles del mundo, descansan en paz entre ruinas y recuerdos. Lo que en un pasado servía de refugio y zona de confort, hoy en día, se consume a polvo por diversas causas. Guerras, crisis económicas o simplemente malas decisiones sepultan aquellos lugares con un ‘hasta nunca’.

Canarias. En1868 se construye uno de los hoteles balnearios más grandes de nuestro país. Con tan solo 16 habitaciones, se situaba en una de las zonas de manantiales y naturaleza volcánica. Con la llegada de la Guerra Civil, las instalaciones fueron deteriorándose hasta su abandono.

Viajemos hasta París. En 1929, se construye el hotel Molitor de París. El complejo, con diseño art decò, había una gigantesca piscina, y, todos los, que, su poder adquisitivo era del nivel, podían darse un chapuzón en ella. Además, en los años 40, se presento en ella el primer bikini de la historia francesa. El año de la caída del muro de Berlín, el Ayuntamiento de París propone un cierre permanente, y pronto el vandalismo hizo de las suyas. Años después, el antiguo hotel se saca a subasta pública, y, hoy en día es una de las nuevas mecas de los viajeros más exquisitos.

Dirección al mar Adriático, nos topamos con Croacia. Este país también contaba con uno de los más prestigiosos oasis del descanso. En ella, las clases más altas de Europa, disfrutaban de unas deliciosas vacaciones. Los 70, fueron los años de oro para este hotel en Croacia. Tras la guerra de Yugoslavia, el establecimiento cayó en decadencia. En el último año del S.XX, se podrían apreciar los últimos invitados