- El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, consideró ayer “indignante” la decisión de Bulgaria, Macedonia del Norte y Montenegro de cerrar el espacio aéreo al avión oficial ruso que debía llevarle a Serbia. “Es una decisión sin precedentes adoptada por algunos miembros de la OTAN”, aseguró Lavrov en rueda de prensa. El responsable ruso de Exteriores tenía previsto estar ayer y hoy en Serbia.

Lavrov agregó que “si la visita del ministro de Exteriores de Rusia es vista en Occidente casi como una amenaza de alcance mundial, entonces, se ve que las cosas en Occidente están muy mal”. “Ocurrió, por supuesto, lo impensable. Ha tenido lugar la privación a un Estado soberano del derecho a poner en práctica su política exterior. El bloqueo de la actividad internacional de Serbia en relación con Rusia”, dijo.

Aseguró que lo ocurrido demuestra “qué lejos pueden llegar la OTAN y la Unión Europea” en el uso de “los métodos más bajos” a la hora de presionar a aquellos que defienden sus intereses nacionales.

El ministro ruso subrayó que Moscú “nunca” adoptará medidas que “dificulten aún más” las relaciones con los pueblos de esos tres países.

“Los países que impidieron el vuelo de un avión ruso dirán que se lo ordenó la Unión Europea y la OTAN. Estos, por su parte, dirán que esos países tomaron por su cuenta esas decisiones”, señaló.

En respuesta, Lavrov adelantó que Moscú ha invitado a su colega serbia, Nikola Selakovic, a visitar “en breve” este país. “Espero que el avión en el que vuele, sea regular o especial, no sufra un nuevo y vergonzoso castigo por parte de una Bruselas, que ha perdido toda decencia, y sus clientes”, señaló.

Serbia es candidata al ingreso en la Unión Europea, pero es el único país europeo que no se ha sumado a las sanciones contra Rusia, su tradicional aliado. Moscú respalda a Serbia en las instituciones internacionales en su postura de no reconocer la independencia de su antigua provincia de Kosovo, aceptada por la mayoría de los países occidentales. Además, Serbia depende casi en su totalidad del gas ruso, y hace diez días el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, anunció, tras una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin, que Rusia seguirá suministrando gas a Serbia y que será firmado un acuerdo por tres años.

Durante la jornada del pasado domingo, la primera ministra serbia, Ana Brnabic, reconoció la problemática del viaje. “Es increíble que la situación en Europa y el mundo sea tal que el presidente de un país deba afrontar tales cosas como la organización logística de un viaje de un ministro de Asuntos Exteriores de otro país y que dependa de eso si viene o no”, argumentó Brnabic en declaraciones a la televisión serbia.

Ayer, a través de un comunicado, la Presidencia de Serbia indicó que “Vucic expresa su insatisfacción por las circunstancias que han impedido la llegada” de Lavrov. Señaló que Serbia guardará “la independencia a la hora de tomar decisiones políticas, seguirá en la senda europea (de la Unión Europea) a la vez que cultivará las relaciones tradicionales amistosas con los países en todos los continentes y preservará su neutralidad militar”.

l Gobierno búlgaro. El Gobierno de Bulgaria confirmó ayer que cerró su espacio aéreo al avión que trasladaba al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a Serbia como consecuencia del régimen de sanciones impuesto por la Unión Europea (UE) contra Moscú por la invasión de Ucrania, desencadenada el 24 de febrero, según señaló la agencia búlgara de noticias BTA.

l Con el embajador ruso. Por su parte, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, se reunió ayer en Belgrado con el embajador ruso en su país. “El embajador de la Federación Rusa (Alexander) Botsan-Kharchenko me ha informado de las razones que han impedido la visita del ministro Lavrov a Belgrado y ha traído los documentos que lo corroboran”, indicó el presidente Vucic a través de su cuenta de Instagram.