Miente wright Millsen su libro The Power Elite (1956), indica que la clave para entender la inquietud norteamericana se encontraría en la sobre-organización de su sociedad. Así, establishment sería “el grupo élite formado por la unión de las sub-élites política, militar, económica, universitaria y mass media de EEUU”, lobbys de presión que estarían interconectadas mediante “una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses y dirigidas por la metafísica militar”, concepto que se apoya en una definición militar de la realidad y que habría transformado la economía en una guerra económica permanente y cuyo paradigma serían los Rockefeller al participar en los lobbys financiero, industria militar y judío y uno de cuyos miembros, David sería el impulsor de Trilateral Comission (TC) o Trilateral (1973). El actual sistema dominante o establishment estadounidense utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas, teniendo como pilar de su sistema político la sucesiva alternancia en el poder del Partido Demócrata y del Republicano.

El citado “efecto mariposa” trasladado a sistemas complejos como la Demoscopia tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato pues los modelos cuánticos que utilizan serían tan solo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan solo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien, de lo que sería paradigma la próxima nominación de Trump como candidato oficial del Partido Republicano y su posible elección como presidente de EEUU en las presidenciales de noviembre.

Conviene resaltar que entre los perdedores de la crisis, además de afroamericanos y latinos aparecen por primera vez jóvenes universitarios endeudados y adultos blancos de más de 45 años sin estudios universitarios y con empleos de bajo valor añadido que, tras quedar enrolados en las filas del paro, habrían terminado sumido en un círculo explosivo de depresión, alcoholismo, drogadicción y suicidio tras ver esfumarse el mirlo del sueño americano, lo que habría tenido como efecto colateral la desafección de dichos segmentos de población blanca respecto del establishment tradicional demócrata y republicano. Así, según una reciente encuesta de la NBC, el 54% de la población blanca estaría “enfadada con el sistema”, frente al 43 % de los latinos y el 33% de los afroamericanos que siguen confiando en el sueño americano, lo que habría llevado a los votantes blancos a apoyar posiciones políticamente incorrectas y refractarias a los dictados del establishment tradicional demócrata y republicano y que se habrían canalizado en el apoyo masivo de los jóvenes universitarios lastrados por una deuda media de 50.000 $ al demócrata Sanders y de los indignados blancos mayores de 45 años a Trump.

Por otra parte, la nominación de Hillary Clinton como candidata oficial del Partido Demócrata a las presidenciales de noviembre diluirá la apuesta social propugnada por el candidato demócrata Sanders, por lo que Trump aprovechará la ocasión para absorber buena parte del voto de los jóvenes universitarios seguidores de Sanders lo que sumado al voto seguro de los indignados blancos de mediana edad y al voto forzado de las clases altas de raza blanca, instaurar el White Power en una sociedad en la que la evolución demográfica provocará que la población blanca será minoritaria en el escenario del 2043. Así, según la Oficina del Censo de EEUU, hacia 2043 los blancos dejarán de ser la mayoría de la población estadounidense y serán desplazados por la suma de la población hispana que aumentaría de 53,3 millones en la actualidad a 128,8 millones en 2060 y la afroamericana, que pasaría los 41,2 millones actuales a los 61,8 millones previstos por las proyecciones.

Analista