La Policía Nacional ha desmantelado en el Campo de Gibraltar una organización que se dedicaba a suministrar a redes de narcotráfico de distintos países drones aéreos y semisumergibles, nuevos sistemas para transportar hasta 200 kilos de droga. En la denominada Operación Kraken han sido detenidas ocho personas. Entre ellas están un padre y un hijo, uno de ellos piloto de helicópteros, que tenían suficientes conocimientos tecnológicos como desarrollar estos sofisticados vehículos no tripulados.

Las investigaciones se iniciaron en abril de 2021 cuando la policía francesa alertó a la española de que en Castellar de la Frontera había una potente organización que había suministrado vehículos con “caletas” (huecos en los coches para esconder alijos) y sofisticados artilugios a redes galas para transportar droga.

Durante la investigación, que ha durado catorce meses, los agentes detectaron unas naves y comprobaron cómo los sospechosos recibían multitud de visitas de organizaciones criminales de España y países como Italia, Francia o Dinarmarca. En los ocho registros realizados han sido intervenidos, además de 145 kilos de hachís, 8 kilos de marihuana y 157.370 euros en efectivo, seis drones de gran tamaño con hasta 12 motores y autonomía para 30 kilómetros, suficiente para cruzar el Estrecho. También han sido intervenidos tres semisumergibles no tripulados, uno terminado y dos en fase de construcción.