“Para la edad que tienen, vienen aquí relatando relaciones sexuales realmente impactantes”. La fiscal Mercedes Bautista coincide plenamente con lo expresado por el Fiscal General del Estado en la apertura del año judicial. Álvaro García ha solicitado “una reflexión como sociedad”, teniendo en cuenta la “despreocupación y banalidad con que se afrontan las relaciones sexuales entre adolescentes”. Se observa entre ellos, dijo García, “comportamientos altamente sexualizados a edades muy tempranas”, asociados a un acceso precoz a la pornografía.

Se trata de una realidad que la Fiscalía de Gipuzkoa constata. “Estamos hablando de todo tipo de penetraciones, con catorce y quince años, algo que llama mucho la atención. El sexo lo están aprendiendo a través de la pornografía. En una relación de pareja hay un amplio abanico de colores y todo vale, siempre que sea consentido. Tiene que haber una comunicación”, defiende la fiscal. 

Cree que es fundamental la educación en valores y en igualdad de género. “Hace falta pasar página. El eres objeto de mi deseo se tiene que transformar en eres sujeto de mi deseo. Ser sujeto y no objeto, en eso consiste la igualdad de género”, remarca. 

Sexo con menores de 16 años

Las campañas educativas en centros escolares y a través de las redes sociales son también muy necesarias para ellos, antes de llegar a ser infractores. “Se les tiene que informar de que deben de huir de todo comportamiento sexual con una menor de 16 años, aun cuando ellos tengan la misma edad. Las relaciones sexuales con menores de 16 años, siempre, son delito aun cuando ella consienta. Hay una pena básica de dos a seis años de prisión, aunque sea un tocamiento de los pechos, una pena que se agrava si hay violencia o intimidación”, desvela la funcionaria judicial. 

"Las relaciones sexuales con menores de 16 años, siempre, son delito aun cuando ella consienta"

Mercedes Bautista - Teniente Fiscal de Gipuzkoa

Todo tipo de ataque contra la libertad sexual pasa a considerarse agresión sexual a partir del 7 de octubre, una vez que entre en vigor la conocida como ley del solo si es sí. Las penas se mantienen el nuevo Código Penal, pero se elevan a entre cinco y diez años de prisión si se emplea violencia o intimidación con una menor de 16 años 

Así, tocarle el pecho de forma violenta, por ejemplo, a una niña de trece años, podría acarrear una pena de hasta diez años de prisión. Si existe acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, la condena oscila entre los doce y quince años.

Buena parte de los delitos en Justicia juvenil se cometen entre los 15 y 16 años. “Por eso es necesario informar a los jóvenes de que si se decide mantener relaciones sexuales con una menor de 16 años, deben adoptar todas las medidas para que el sí –puntualiza la fiscal–, sea un sí querido en el contexto de una relación, porque si no va a haber problemas”.