- El Consejo de Ministros aprobó ayer en segunda vuelta la ley trans, que reconoce la libre determinación del género en el Registro Civil y despatologiza a estas personas, de modo que la voluntad será el único requisito para el cambio, dejando atrás los informes médicos y legales que tutelaban todo el proceso.

Un año después de la presentación del anteproyecto de ley, el Gobierno de Pedro Sánchez parece haber superado sus tensiones internas para sacar adelante un texto “que viene a seguir con el camino que inicio el gobierno en 2005 con el matrimonio entre personas del mismo sexo”, explicó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.

Ahora, el proyecto de ley será remitido al Congreso. “El Estado les reconoce el derecho de ser quienes sin tener que someterse a un proceso de hormonización ni necesitar un certificado médico. Se realizará en un plazo máximo de cuatro meses y se hará una doble comparecencia. Podrán ser quienes son”, afirmó la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Esta ley, que sitúa al Estado como una “referencia internacional” en defensa de las personas LGTBI, prohíbe las terapias de conversión y garantiza a las lesbianas, bisexuales y trans con capacidad de gestar el acceso a las técnicas de reproducción asistida.

Desde los 16 años se permite el cambio de sexo en el registro de forma autónoma. Entre los 14 y los 16 años, los menores deberán ser asistidos por sus padres o tutores legales. Los menores de 12 y 13 años necesitarán autorización judicial para el cambio. Los menores de 12 podrán cambiar el nombre en el DNI. Además, permite que las mujeres lesbianas y bisexuales puedan proceder a la filiación de sus hijos sin necesidad de estar casadas. Entre las mejoras introducidas con respecto al anteproyecto destacan que las personas extranjeras que acrediten que no pueden realizar el cambio registral de sexo, y en su caso de nombre, en su país de origen, podrán solicitar la rectificación en los documentos que se les expidan en el Estado.

En el caso de los menores intersexuales, es decir, que presentan al nacer características físicas de ambos sexos, se prohíben las cirugías de modificación genital hasta los 12 años. Promueve, además, medidas de sensibilización y formación especialmente indicadas a prevenir la violencia LGTBI-fóbica, también de conocimiento y respeto a la diversidad. Además de la oposición de parte movimiento feminista y de los socios del Gobierno, la ley ha superado el informe contrario del Consejo General del Poder Judicial, que reclamó elevar a 18 años la posibilidad de cambiarse de nombre sin permiso judicial. Asimismo, el órgano de gobierno de los jueces consideraba que la ley podría resultar discriminatoria hacia las mujeres en ciertos ámbitos como el deportivo o el acceso a ciertas profesiones. l

l Ley pionera. El Consejo de Ministros aprobó ayer la ley trans que permite el cambio de sexo en el Registro Civil sin informes médicos ni psicológicos, para que el Congreso de los Diputados inicie su tramitación y con la que el Ejecutivo Sánchez manda un mensaje “contundente” en defensa del colectivo. La ley, aprobada en la víspera del Día del Orgullo LGTBI, reconoce el derecho a libre determinación de la identidad de género, despatologiza a las personas trans, y les reconoce el derecho a ser quienes son sin que medien testigos.