Las enfermeras parecen al borde de un ataque de nervios. Según denuncia el sindicato SATSE, "la situación que se está viviendo en las últimas semanas en Osakidetza y, de manera especial en los centros de Atención Primaria es de saturación y sobrecarga extrema para las y los profesionales sanitarios". "Como consecuencia directa, se están tensionando los servicios que se ofrecen, y se está llevando al límite anímico a las enfermeras", critica.

Desde el cierre el pasado 30 de septiembre de los principales vacunódromos, la tarea de inocular por ejemplo la tercera dosis de refuerzo contra el covid, recae de manera mayoritaria, en los ambulatorios. "Se trata de un servicio que se ha sumado a la tradicional campaña de vacunación de la gripe, aunque los tiempos son insuficientes. Se está inoculando la vacuna de la gripe y el fármaco contra el covid al mismo tiempo, pero con un minuto únicamente de intervalo entre personas".

La portavoz de SATSE Euskadi, Amaia Mayor, alerta que “esta situación puede poner en riesgo la seguridad del paciente porque en este tiempo hay que revisar las historias clínicas y hacer las preguntas correspondientes sobre si tiene fiebre en ese momento, si se encuentra enfermo, toma antibióticos, padece alergias o si se ha puesto la vacuna otros años y, con respecto al covid, si han pasado o no seis meses desde la anterior vacuna”.

FALTA DE PERSONAL

A juicio de este sindicato, la reorganización actual de la Atención Primaria provoca que existan cada vez más necesidades para ser realizadas con el mismo personal. Se refieren a procesos como extracciones, sala de curas, atención domiciliaria, pruebas funcionales, telederma, sala covid para hacer las PCRs, antígenos etc… “Las agendas de las enfermeras están tan ajustadas que no se ha terminado de realizar una tarea cuando se tiene que empezar con otra”, añade Mayor.

Asimismo se quejan de que se han perpetuado situaciones excepcionales que se vivían durante la pandemia. "Desde el comienzo de la pandemia muchas de las consultas se transformaron a telefónicas, que, en el caso de las enfermeras, se sumaban a las presenciales".

“Cuando hace más de un año se estaba produciendo este aumento de tareas para las enfermeras, denunciamos que al volver a la normalidad esto no iba a cambiar y se iba a perpetuar, y efectivamente esto es lo que está pasando porque se han ido añadiendo funciones nuevas sin poner más personal”, manifiestan desde SATSE.