- Miles de vecinos de los barrios madrileños afectados por las restricciones de movilidad que entran en vigor hoy se echaron a la calle ayer para protestar contra estas nuevas medidas del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que consideran “segregatorias”.

Desde hoy, los alrededor de 850.000 habitantes de las 37 áreas sanitarias sujetas a las nuevas restricciones no podrán salir de dichas zonas salvo para actividades imprescindibles, como ir a trabajar.

Estas 37 zonas básicas de salud (ZBS, definidas por su adscripción a un centro de salud) se reparten por seis distritos del sur de la capital (Carabanchel, Ciudad Lineal, Puente de Vallecas, Usera, Villaverde y Villa de Vallecas) y otros siete municipios, la mayoría del sur de la región (Alcobendas, Fuenlabrada, Getafe, Humanes de Madrid, Moraleja de Enmedio, Parla y San Sebastián de los Reyes).

En Villa de Vallecas, cientos de personas se congregaron ayer por la mañana ante la Junta Municipal de Distrito, coreando al ritmo de palmas y tambores consignas como “Ayuso dimisión” o “Sanidad pública”. Las protestas se reprodujeron por casi todos los puntos afectados por las restricciones e incluso en áreas colindantes a las confinadas: por la mañana había convocadas manifestaciones en Villaverde, Carabanchel, Ciudad Lineal, Arganzuela, Getafe, Parla y Fuenlabrada, y por la tarde, a las 19.00 horas, ante las juntas de distrito de Usera y Latina.

La policía comenzará hoy a hacer controles aleatorios en el perímetro de las 37 zonas afectadas en Madrid por las nuevas medidas de restricción de movilidad, pero no será hasta 48 horas después cuando multe a los infractores de la norma.

Los controles aleatorios para vigilar el cumplimiento de las normas serán llevados a cabo por 200 policías locales en 60 puntos de la ciudad, y serán puntuales. Se realizarán en las calles o salidas de metro de estas áreas con una alta incidencia de contagios y que concentran a más de 855.000 habitantes, quienes no podrán salir más que para cuestiones imprescindibles, como ir a trabajar, acudir la universidad o cuidar a un mayor.

Además, la Comunidad de Madrid proporcionará formularios en su página web para que los ciudadanos afectados puedan justificar sus movimientos.

“Equilibrio entre riesgo y beneficio”. El jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, apostó ayer por rebajar la cuarentena por la COVID-19 y situarla en diez días, porque considera que ayudaría a su cumplimiento y generaría menos “trasiego” en las escuelas. En declaraciones en Catalunya Ràdio, Trilla se manifestó a favor de “rebajar y unificar” la cuarentena a 10 días. Si bien con esta medida podría haber “un pequeño porcentaje” que la podría transmitir aún superado este plazo, el epidemiólogo consideró que esta reducción de cuatro días “ayudaría al cumplimiento” de las cuarentenas, pues “una proporción importante” de personas hoy en día no se confinan los 14 días. Además, situar el confinamiento en 10 días generaría “menos trasiego” en las escuelas, porque los alumnos podrían regresar antes a las aulas. Así que 10 días, según el experto, es un punto de “equilibrio entre riesgo y beneficio”.