Un tesoro de plata del Siglo de Oro en Getaria
EL SUBMARINISTA BORJA INZA DESCUBRIÓ EN SEPTIEMBRE UN LINGOTE DE PLATA DEL SIGLO | XVI o XVII, de ocho kilos de peso
A simple vista puede parecer una especie de piedra, un objeto sin aparente valor de los muchos que un submarinista puede encontrarse en la costa guipuzcoana. Sin embargo, el hallazgo que el pasado mes de septiembre realizó de manera fortuita el submarinista Borja Inza en aguas de Getaria es de singular importancia. Se trata de un lingote de plata de ocho kilos de peso, que data de los siglos XVI o XVII y cuya procedencia es posiblemente americana. Una joya más en el haber del territorio.
Como suele suceder en la mayoría de las ocasiones, este hallazgo se produjo por casualidad. Inza, deportista de la sección de actividades subacuáticas de la Real Sociedad, es un gran aficionado a la fotografía submarina y conoce de primera mano las facilidades que otorga Getaria a los submarinistas para practicar inmersiones.
En una de estas incursiones, entre bancos de arena, peces, pulpos, algas y anémonas de mar, Inza detectó una forma hemisférica en el fondo de la bahía que resultó ser el preciado lingote.
Tras la sorpresa inicial, no dudó en comunicar su hallazgo tanto a la Ertzaintza como a la Diputación de Gipuzkoa, que puso este tesoro arqueológico al resguardo del Depósito de Bienes Arqueológicos Gordailua de Irun, para su catalogación y posterior custodia.
De esta forma, se ha podido precisar que se trata de un lingote de plata que data del siglo XVI o XVII, de ocho kilos de peso, y procedencia probablemente americana, por lo que no es de extrañar que fuera fruto del contrabando existente en la época, ya que carece de las marcas o sellos que se les aplicaba una vez que hubieran pagado los derechos reales o impuestos correspondientes.
Así lo señaló ayer el historiador del Museo Naval, Xabier Alberdi, quien explicó que “el contrabando de plata fue una práctica generalizada entre los siglos XVI y XVII y se calcula que la cantidad de plata extraída de América de forma fraudulenta supera con creces la que se hizo de manera legal”. Asimismo, Alberdi consideró que la presencia de este lingote “probablemente tenga relación con el hecho de que varios linajes de esta villa intervinieron de manera muy activa en la producción y extracción de plata”.
Tres décadas de hallazgos
Este hallazgo no es, sin embargo, un hecho casual. Según recordó ayer la Diputación de Gipuzkoa, ya a finales de la década de los 90 se comenzaron a realizar excavaciones arqueológicas en la bahía de Getaria.
Así, los descubrimientos que se han realizado en esta zona han sido cuantiosos. En 1988, se encontraron una docena de lingotes de cobre en el fondo marino del yacimiento de Iturritxiki. En los años siguientes, aparecieron más lingotes, así como un ancla de piedra triangular y un gran mástil de un barco con anillos de metal de refuerzo, fruto de un trabajo que se llevó a cabo bajo la dirección de la arqueóloga de Aranzadi Ana Benito.
De esta forma, la aparición de restos arqueológicos a cuentagotas ha permitido que en los últimos años se haya recogido una colección de unos 4.000 objetos compuestos en gran medida por lingotes de cobre, calderos, agujas, cañones y balas de cañón. Además, se han recuperado también un compás marino, una sonda y varias monedas.
De hecho, según el trabajo realizado por Benito y los datos recabados en este tiempo, se puede considerar que el yacimiento Iturritxiki puede dividirse en tres centros arqueológicos. La zona 1 es la más importante y el objetivo de todas las campañas de excavación. Se conoce que entre los siglos XV y XVI se hundió la carga de un barco mercante que transportaba materias primas, lingotes de cobre y otros derivados de este material como calderos, argollas de latón, alfileres o dedales, entre otros.
En lo que respecta a la zona 2, es un área en la que se han producido hallazgos dispersos, entre ellos una pieza de cañón de bronce, balas de cañón... Todo este material se relaciona, según explicó la Diputación, con la batalla naval entre la flota de Lope de Hoces y la armada de Francia en 1638.
Y finalmente, la zona 3 se corresponde al cargamento de otro barco que transportaba piezas de hierro de una ferrería del territorio y que se habría hundido antes de llegar a puerto. El cargamento estaba formado por barras de hierro de 1,5 metros de longitud y de sección cuadrada.
Los trabajos de búsqueda no cesan en Getaria, ya que como ocurre en otros tantos yacimientos submarinos, los descubrimientos tienen mucho que ver con el efecto de las tormentas en los fondos de arena, que van desenterrando los tesoros ocultos que ha dejado la historia en nuestras costas.
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