12 años han pasado de aquel ascenso. ¿Cómo lo recuerda?

Es el mejor recuerdo que tengo de toda mi carrera. Todo lo que se vivió aquel día antes del partido, el trayecto en autobús desde el hotel hasta Anoeta, lo que se vivió durante el partido y después, y todas las celebraciones. Ese día, para todos los que lo vivimos y los que veníamos de años anteriores, fue, seguramente el mejor día de nuestra carrera.

Para muchos fue quitarse un peso de encima, ¿no?

Sí. Era conseguir el objetivo que el club tenía marcado. Había jugadores que habían estado en ese año del descenso y tenían esa espina clavada. Tuvo mucho más valor para ellos el hecho de devolver al club al lugar en el que tenía que estar. Cuando pita el ´arbitro fue una liberación de todo.

Lo dejaron muy encarrilado una semana antes en el Carranza. No se podía escapar de Anoeta, ¿no?

Sí. Con la victoria ante el Cádiz había una posibilidad de ascender en el avión de vuelta. Íbamos pendientes de ese Betis-Numancia. Al día siguiente, de hecho, quedamos para ver el Real Unión-Levante. Por suerte, no se dio ese día el ascenso. Todo lo que se vivió después y ese ascenso en Anoeta le dio un plus de emotividad a todo.

¿Qué es lo que nunca va a olvidar de ese día?

Todo lo que se vivió en el campo tras el pitido final. el hecho de dar la vuelta al campo, salimos uno a uno. Los recuerdos son muchos, pero todos de felicidad, de celebración. Me acuerdo mucho de Xabi (Prieto) y de aquella celebración tras el penalti cuando se torció el tobillo. Estaba el pobre con muletas, pero eso daba igual. Para todos el hecho de ganar ese partido hizo que nos olvidáramos de lo malo. Solo quedaba lo bueno, que íbamos a celebrarlo por todo lo alto.

Anoeta, ese 12 de junio, estaba a reventar, pero es que si hubiera habido otro Anoeta al lado, también se hubiera llenado...

fue algo increíble. Tengo el recuerdo de la gente fuera, mirando las pantallas. Un partido como esos todo el mundo lo quiere vivir. Por mala suerte o por lo que sea, la capacidad de Anoeta daba para lo que daba. Nunca se había llenado así. Era un día especial, pero la gente que estaba fuera lo disfrutó igual. Había un gran ambiente. Nada podía fallar. El equipo estaba convencido de que era el día y todo salió perfecto.

Aquel ascenso supuso un punto de partida en la historia de la Real. ¿Está de acuerdo?

Sí. Cuando bajas y vuelves a subir es como empezar de cero, sobre todo cuando no es un descenso y un ascenso consecutivo. Nosotros estuvimos tres años en Segunda y el club pasó por momentos muy complicados. Ese primer año en Primera sufrimos un poco, sobre todo en las últimas jornadas, pero bueno, una vez que asciendes todo empieza de cero. La historia del club sigue, pero las cosas van cambiando. Eres un recién ascendido y, por ejemplo, el primer objetivo es mantenerse.

Han pasado doce años y esta Real tiene muy poco que ver con aquella. Vive una época dorada, ¿no?

Sí. Ahora mismo el club es un ejemplo en todo, cómo trabaja, cómo se gestiona y en el día a día. En estos doce años el club ha dado pasos de gigante en todos los sentidos, en cantera, en formación, en gestión...Se ha ido mejorando todo y ahora mismo el hecho de que el club hace poco haya ganado la Copa del Rey, que tantos años seguidos entrar en Europa, estar siempre arriba en la tabla, son cosas que hace años no imaginábamos y ahora mismo, las tenemos que disfrutar.

¿Cuánto lo está disfrutando Carlos Martínez desde fuera?

Estoy disfrutando mucho. El equipo, parte de conseguir resultados, juega muy bien. Tiene una manera de jugar muy clara. El equipo juega bien, defiende bien. Con Imanol toda la gente está enchufada y en Anoeta la gente disfruta. Este año nos ha faltado cantar algún gol más, pero ves el resumen de la temporada del equipo y creo que ha estado sobresaliente.

¿Qué siente cuando entra al nuevo Anoeta?

No siento ganas de volver a jugar. Desde que dejé el fútbol no me ha vuelto a llamar volver. Me ha tocado vivir partidos tanto en la radio como en la tele y no me pica ese gusanillo. Sí siento envidia de no haber podido estar jugando con el Estadio acabado, con ese empuje que se nota ahora de la afición. En nuestra época nos hubiera dado unos cuantos puntos más por temporada, seguro.

Para alguien como Carlos Martínez, formado en Zubieta, ¿qué supone ver a tanto canterano en el primer equipo con un papel importante?

Es una gozada para todos para los que nos hemos criado en Zubieta, para los que hemos pasado por todas las categorías como para cualquier aficionado de la Real. Lo que está haciendo el club con la cantera es un proyecto de muchos años que está dando sus frutos. Este año el Sanse ha descendido, pero ha cumplido con su papel, que es cuando el primer equipo ha estado a falta de jugadores, cualquiera que ha subido lo ha hecho fantásticamente bien y eso es lo que tiene que ser el filial, una fuente para el primer equipo. en ese sentido, han habido muchos jugadores que han demostrado que pueden dar el nivel.

Me dice que no echa de menos el fútbol, ¿en qué anda metido?

He estado haciendo radio en los partidos de la Real y cuando jugaba en Europa, iba a Movistar hacer un programa. Sacando el curso de entrenador y poco más. Haciendo deporte por la mañana y desde el medio día, labores de padre. Ahora me toca a mí ejercer de padre por todo lo que no podía hacer cuando jugaba a fútbol.