a Real Sociedad perdió, en el campo del Levante, Mediaron errores propios, una decisión arbitral clave y el acierto del adversario, pero el equipo txuri-urdin también hizo muchas cosas bien. Su actuación no resultó, en ningún caso, como para montar la mundial y tirarlo todo por la borda, tentaciones que pueden surgir estos días en un claro ejercicio de pérdida de perspectiva. El sábado, apenas unas horas después del encuentro en el Ciutat de Valencia, el Sanse ganó en Fuenlabrada y se metió de lleno en la pelea por la permanencia en Segunda, lucha que también dirimen Málaga y Sporting. Andaluces y asturianos no suponen ahora una referencia para medir al primer equipo blanquiazul, pero hace catorce años, durante la primavera de 2008, sí lo eran. Aquella carrera por el ascenso se la llevaron ellos. Casi tres lustros después, sin embargo, ambos se encuentran a años luz de nuestra realidad, que es la siguiente: dos clasificaciones europeas consecutivas, una posible tercera bastante cercana y un título de Copa por el camino. No nos volvamos locos, por favor.

La liga de jagoba

Añado: no nos volvamos locos como hace ocho años. En la Liga 2013-14 no competía el Sporting, descendido ya a Segunda. El Málaga, undécimo, veía desintegrarse entonces el plantel que le había construido un jeque árabe. Y la Real, confirmado un sorpasso que ahora nos suena a chiste, conseguía añadir a la cuarta plaza de Montanier un segundo billete continental consecutivo. Aquel equipo de Jagoba Arrasate superó la previa de Champions ante el Lyon, jugó unas semifinales coperas marcadas por el penalti de Mascherano a Vela y concluyó séptimo el campeonato: temporadón. Eso sí, el epílogo, con una frustrada sexta plaza en juego ante el Villarreal de Marcelino, no fue el mejor, y el ambiente se envenenó de muy mala manera. Lo hizo hasta el punto de que la cosa terminó, pasado un tiempo, con David Moyes sentado en el banquillo. No nos volvamos locos, por favor.

viene el cádiz

El cese de Jagoba se produjo en noviembre de 2014. Hay quienes sostienen que el de Berriatua tenía pie y medio fuera desde la derrota veraniega de Krasnodar. Otros defienden que el mismo 1-2 de Anoeta ante el Villarreal, en la jornada final de la Liga previa, había empezado ya a condenarle, junto a la séptima plaza resultante. Y yo digo que el principio del fin estuvo en realidad un poco antes, en el antepenúltimo partido. Una victoria en casa ante el Granada bastaba para certificar matemáticamente la sexta posición, en encuentro de lunes por la noche. Pero un gol de Ighalo en el minuto 93 (1-1) obligó a seguir remando. ¿Les suena? 36ª fecha. Duelo intersemanal. Situación exigente. Y un visitante andaluz con la permanencia como objetivo. Nuestro equipo se jugaba, aquel día contra el Granada, mucho más de lo que parecía, pero en las gradas solo se juntaron 13.813 espectadores. Seguro que el jueves son mucho más. La Real necesita a su gente, ahora más que nunca.

el rombo

Cuando aquella escuadra de Jagoba se enfrentó a la fatídica previa de Europa League frente a los rusos, solía dibujar sobre el campo un 4-4-2 con medular en rombo, precisamente el esquema empleado por Imanol Alguacil durante los últimos cinco encuentros. Hoy es el día en que los rivales esperan ya en la Real este tipo de estructura, apostando en líneas generales por la valentía a la hora de presionarla. ¿Qué sucede a partir de aquí? Si el adversario viene a apretarles, los txuri-urdin se están mostrando sobresalientes a la hora de interpretar el juego y hallar soluciones: entienden bien cuándo salir por fuera, cuándo filtrar balones dentro y cuándo buscar la profundidad con las carreras a banda de los puntas. Así deberían de haber sentenciado más de un partido. Pero, tras el problema de la falta de acierto, está viniendo también el que implica el mero paso de los minutos. Los partidos avanzan, las piernas propias se cargan demasiado como para amenazar al espacio, y a las ajenas no les da ya para venir a buscarte arriba. Resultado: la opción directa se desvanece y la exterior (laterales), ante rivales más replegados, pasa a aportar poco. Con los Silva, Rafinha y Merino apelotonados en el carril central, la escuadra blanquiazul tiende durante los encuentros a terminar convertida en un embudo muy goloso para los contrincantes. A veces consigue enganchar con los jugones. Pero, corriendo riesgos, también pierde balones dantescos, entrando así los duelos en una dinámica peligrosa.

europa

Es posible que Imanol agite el árbol el jueves con un cambio de dibujo, movido por la baja de Isak y, sobre todo, por las características de un Cádiz muy distinto a Barça, Rayo o Levante. Los amarillos lograron el sábado una victoria crucial contra el Elche, en uno de los dos únicos partidos que seguí el fin de semana: el de la Tacita de Plata y la grabación del Glasgow Rangers-Leipzig. Cuando año tras año vemos a nuestra Real sufrir al norte de los Pirineos, planteamos siempre la misma cuestión. ¿Qué nos pasa en Europa? Los 90 minutos del otro día en Ibrox Park suponen una respuesta en sí misma, y nos lanzan además una segunda pregunta, de gran calado. ¿Qué queremos ser? En la plantilla txuri-urdin existe una mayor calidad técnica que en la de los escoceses, flamantes finalistas continentales. Pero el fútbol en general exige acreditar antes otra serie de características, todas al servicio del despliegue, del ritmo y de la velocidad. Con el club habiendo renovado a Silva hace nada, da la sensación de que la prioridad en las oficinas de Anoeta apunta a resolver las ecuaciones que depara la Liga los fines de semana, antes que a preparar el equipo para solucionar los jeroglíficos internacionales de los jueves. Ojalá vuelva a haberlos a partir de septiembre.