Se avecina un verano movido en la Real Sociedad. El club txuri-urdin confía en poder retener al grueso de sus mejores jugadores. Al menos con uno de ellos, Mikel Oyarzabal, no tendrá ese problema, ya que su grave lesión de rodilla le va alejar de la actualidad y del escaparate hasta el final de año. Son cinco las patatas calientes que tiene el club en forma de jugadores que acaban contrato. La más controvertida se llama Adnan Januzaj. Como venimos informando, su renovación no está descartada, aunque el belga y su agente se rigen por tempos distintos. Su prioridad es que vuelva a jugar en competición europea la próxima campaña, aunque el hecho de que no descarte irse a competir a ligas árabes es algo que no parece tener demasiado sentido ni ser coherente. El bruselino ha decidido no precipitarse y esperar a final de curso para ver cuál es el premio que logra el equipo.

La Real hizo un gran esfuerzo para presentarle una oferta que le convertía en uno de los mejores pagados de la plantilla, pero, a pesar de la interesada y, por lo que parece, precipitada filtración de que la acogida de Januzaj había sido muy buena y que no tardaría en rubricar un acuerdo, varios meses después este sigue sin renovar. Lo más preocupante es que hay varios clubes que le ofrecen cantidades parecidas y, cómo no, una suculenta prima de fichaje solo por el hecho de llegar libre.

Si finalmente se consuma su marcha, el error habrá sido histórico, porque, al igual que sucedió con Sergio Canales, la Real ve cómo un futbolista consagrado se marcha sin dejar nada en las arcas a una edad ideal (27 años tiene el belga, uno menos tenía el cántabro cuando emigró al Betis). El destino que parece desechado, pese a que la prensa italiana lo daba casi por hecho, es Nápoles. Entre otras cosas, porque acaba de incorporar al georgiano Khvicha Kvaratskhelia para sustituir a Insigne, que se marcha a la MLS americama y, al parecer, al jugador tampoco le hacía mucho tilín vestir de azzurri. Mientras tanto, la dirección deportiva realista ya ha iniciado conversaciones con sustitutos que tiene en la agenda, por lo que tampoco es que haya entrado en pánico.

El caso de Rafinha es diferente. Desde el día de su presentación, Jokin Aperribay dejó claro que la intención del club es que se quedara más tiempo de los seis meses de la cesión que acordaron con el PSG y que finaliza en junio: "Ojalá te quedes mucho tiempo en la Real. Sé que vienes para seis meses, que no hay opción de compra, pero espero que tu estancia aquí sea larga y que en este tiempo te encuentres muy a gusto entre los compañeros". En Anoeta tampoco le daban excesiva importancia al hecho de que no lograsen un precio que les permitiera tener prioridad respecto a otros clubes. Su intención era convencer al brasileño paso a paso y, por lo que se ve, lo están logrando, para luego negociar su compra.

El centrocampista está encantado en la Real y en Donostia, se ha convertido en titular indiscutible, viene jugando muchos minutos y ha encontrado una ansiada estabilidad que necesitaba para relanzar su carrera. El club realista ya ha manifestado al PSG su deseo de negociar un traspaso, aunque todavía no se ha puesto precio a su salida. Bajan las aguas revueltas en el club parisino y la situación de Rafinha parece la menor de sus preocupaciones.

Luego están los casos de David Silva y de Nacho Monreal. Con el canario existen muchas dudas, porque es cierto que en los partidos clave de la temporada no ha marcado diferencias. También lo es que, salvo por su metedura de pata por su expulsión ante el Betis, estaba jugando estos últimos partidos a su mejor nivel desde que aterrizó en Donostia. Su ficha es muy alta, ya que llegó como estrella del City, por lo que habrá que ver si acepta una propuesta probablemente a la baja. Imanol ya ha dejado claro que quiere que siga, por lo que la carpeta está encima de la mesa de Olabe, puesto que el canario quiere seguir. Lo de Monreal está más complicado. Su rodilla no ha evolucionado tan bien como se esperaba y cuando por fin parecía que aspiraba a entrar en convocatorias, otros problemas físicos le han vuelto a dejar KO. Acaba contrato y se tendrá que tomar una decisión consensuada entre todos, ya que en la Real está muy agradecida por los servicios prestados.

Y, por último, Alexander Sorloth. La Real no piensa ejecutar la opción de compra de 14 millones, porque la considera excesiva. Es un jugador que gusta, aunque sus registros están lejos de ser aceptables para un refuerzo foráneo ofensivo tan costoso. En Turquía aseguran que el Besiktas lo tiene casi cerrado, pero con las cantidades que dicen que piensan pagar (7 millones de euros) lo van a tener más que complicado. El noruego ya dejó claro en este periódico que quiere esperar hasta final de curso, imaginando que si no ha habido movimientos serios, su continuidad parece bastante difícil a día de hoy...