La Real entra en la zona Luis Aragonés con un optimismo comedido. Esta fase del calendario, la de los últimos diez encuentros, tomó el nombre del exseleccionador porque siempre la calificó, de manera bastante obvia, como el momento clave para concretar los objetivos al que había que llegar bien situado en las 28 jornadas disputadas anteriormente. A pesar de las últimas dudas, el equipo txuri-urdin se presenta a falta de diez duelos en sexta posición con dos puntos más que a estas alturas la temporada pasada en la que acabó en el quinto puesto. Si lo comparamos con la anterior, en la que también se certificó el pasaporte acabando sextos, los de Imanol Alguacil llevaban los mismos 47 puntos que actualmente tras su último triunfo frente al Alavés.

Los realistas se encuentran en el último puesto que da acceso a la Europa League, salvo que gane la final de Copa el Valencia al Betis, lo que le condenaría a la Conference Cup, torneo que todavía no ha probado. Si los sevillanos caen de las plazas europeas y quedan por detrás, también sucedería lo mismo. A día de hoy son quintos con dos puntos más que la Real. Si nos ceñimos a la media de puntos de este siglo, la quinta plaza cuesta 62 puntos y la sexta, 59.

Los puestos Champions o el Atlético, que es cuarto, se encuentran a cuatro puntos. La puntuación media para clasificarse en el último puesto que da acceso a la competición de clubes más importantes del mundo es de 66 puntos, aunque haya equipos que la han certificado 77 y otros con 58, es decir 19 de diferencia. Como viene repitiendo Oyarzabal en las entrevistas, la Champions apunta a estar más barata que de costumbre y la Europa League, más cara.

La amenaza para la Real es que el séptimo, que podría quedarse sin pasaporte para el Viejo Continente y a solo dos puntos, sigue siendo el Villarreal. Los de Unai Emery vienen de abajo a arriba y su meta parece intentar alcanzar los puestos Champions. El Athletic, que es octavo, vuelve a encontrarse a siete puntos, una distancia difícil de remontar a estas alturas.