- “Queremos la revancha. Tengo esa sensación. Porque el año pasado tuvimos un día horroroso, no solo por el resultado sino también porque no fuimos nosotros contra el Manchester United”. Fueron las palabras de Roberto Olabe a principio de verano, en su habitual encuentro con los medios una vez comenzada la temporada. Cinco meses después de aquellas palabras, la Real dice adiós a la Europa League también de una manera dolorosa, en otra noche europea para el olvido. Sin recibir el severo correctivo, por lo menos en lo que a goles se refiere, del año pasado ante el Manchester United, pero sí con la sensación de ser un equipo inferior al Leipzig. Ese paso adelante tan ansiado en la competición internacional tendrá que esperar. Al menos, una temporada más.

Imanol, como sucediera en el encuentro jugado en el Red Bull Arena alemán, apostó por un sistema ultradefensivo, nada acorde con el espíritu jugón que ha caracterizado a este equipo desde que el oriotorra se hiciera cargo del mismo. Obligado por las circunstancias, en la segunda parte varió el plan inicial y la Real, al menos, llegó a la portería del conjunto alemán.

Eso sí, no lo suficiente para inquietar a un equipo, el teutón, que se mostró superior al blanquiazul desde el minuto uno de la eliminatoria.