- El pasado mes de junio, en la antesala del arranque de las primeras previas europeas, la UEFA acordó abolir en sus eliminatorias la norma según la cual los goles a domicilio tenían valor doble en caso de empate. Jugar fuera de casa no implica la aventura de antaño, la televisión fiscaliza en mayor medida los arbitrajes, los ambientes no infunden ya tanto respeto y los viajes resultan más sencillos. ¿Por qué mantener una norma cuyas razones de ser han ido desapareciendo? Si Leipzig y Real marcan el mismo número de tantos en 180 minutos, la confrontación se irá a la prórroga, sin importar qué resultados concretos se han dado en los dos partidos.

Se trata, sin duda, de un cambio importante de cara a lo que viene, una fase de eliminatorias que también implica otra serie de normativas. Por ejemplo, en la actual ronda y también en la siguiente (octavos de final), estarán vetados los enfrentamientos entre clubes adscritos a la misma federación. Esta es una circunstancia, en cualquier caso, que en la presente temporada no afecta a la Real. Los txuri-urdin figuran ahora mismo en la misma parte del cuadro que Barcelona, Sevilla y Betis. Así, todos entrarían en el mismo bombo en un hipotético sorteo de octavos de final, lo que acabaría de antemano con cualquier opción de cruce.

Otro condicionante de dicho sorteo de octavos significará que la Real, en caso de eliminar al Leipzig, juegue la ida en Anoeta por su condición de no cabeza de serie. A partir de los cuartos de final, mientras, las citas con los bombos resultarán totalmente puras. Podrán jugar todos contra todos y el orden de los partidos se establecerá en función de la bola que salga en primer lugar.

Los sorteos puros arrancan de cara a los cuartos de final: entonces ya pueden jugar todos contra todos y en cualquier orden