Juan Martínez Munuera sí recogió en el acta los lanzamientos al campo durante el derbi en el apartado correspondiente al público. "Lanzar objetos: En el minuto 39 durante un saque de esquina a favor del equipo visitante se lanzaron desde una zona en la que se hallaban aficionados de la Real Sociedad de Futbol SAD varios objetos como botellas de plástico y papeles, no impactando en ningún jugador. Dicho acto se puso en conocimiento del Delegado de Campo, siendo anunciado por megafonía para que cesara dicha actitud"

El momento más controvertido llegó casi al final de la primera mitad, cuando justo después de que Aritz Elustondo volviera a dejar a Williams con la miel en los labios cuando se había plantado solo delante de Remiro sin llegar a rematar por el cruce del realista. Iker Muniain se dirigió a sacar el córner y al acercarse a la esquina le empezaron a caer objetos, en su mayoría pelotas de papel de albal y alguna botella de agua sin tapón. La cosa se complicó cuando el bilbaino se dio la vuelta y se encaró con la grada recriminándole lo que estaba haciendo. Desgraciadamente, como suele suceder en este tipo de situaciones, en ese instante se intensificó la caída de objetos sin que ninguno de ellos impactara en el capitán rojiblanco ni en Unai Vencedor que se acercó a la esquina para ejecutar una jugada de estrategia. En incidente no fue a más e incluso hubo bastantes seguidores blanquiazules que recriminaron a los más jóvenes que estuvieran tirando coas al campo.

Al término del encuentro, Munian se mostró muy elegante y comprensivo con lo sucedido: "No pasa nada, la gente tiene muchas ganas de vivir el fútbol, mucho tiempo sin este tipo de ambiente. Hay que restarle importancia al asunto. Es la salsilla de fútbol siempre que no haya ningún incidente. Lógicamente hay que comportarse bien, pero no hay que darle más importancia".

El otro gesto feo del encuentro, que por supuesto ha pasado más de puntillas por el otro lado de la A-8 fue el impresentable intento de los jugadores rojiblancos por dañar el punto de penalti en el que momento en el que Isak iba a lanzar la pena máxima. Incluso cuando ya el tema parecía remitir y la discusión se había tranquilizado, Dani García apareció por la espalda de los realistas y comenzó a pisar la cal antes de que Le Normand le diese un empujón para sacarlo de dentro del área.

Sin duda fueron los momentos más tensos y feos de un derbi que se desarrolló en buena lid y con un comportamiento muy deportivo tanto en el campo como en la grada. La mejor demostración fue la forma en que se saludaron los protagonistas al finalizar el encuentro y el bonito gesto que tuvieron los futbolitstas zurigorris con su excompañero Remiro, que estaba desolado al término del encuentro tras su fallo en la jugada del empate.