- La Real Sociedad confirmó ayer el fichaje de Diego Rico, el séptimo lateral izquierdo que incorpora en el mercado desde que se abriera la veda a este respecto en verano de 2003. Potillon, Rossato, De la Bella, José Ángel, Theo Hernández y Nacho Monreal completan una lista en la que también podría figurar Yuri Berchiche, formado bajo el paraguas de Zubieta antes de abandonar el club siendo aún un niño y regresar luego con 24 años. En cualquier caso, la nómina llama la atención, no tanto por lo que supone en sí misma como por el contraste que implica si la comparamos con el lado opuesto de la zaga. En el sector derecho de esta, se han sucedido los canteranos de rendimiento suficiente para evitar a la entidad reforzar el puesto con foráneos, lo que ha terminado significando un curioso y marcado desequilibrio.
¿A qué podemos achacarlo? Se hace muy difícil dar con una explicación concreta para un fenómeno tan amplio. Mandan el fútbol y sus circunstancias. Y estas han querido que los laterales zurdos producidos por la cantera de la Real no hayan terminado casi nunca de consolidarse, por unas razones o por otras. Todo comenzó cuando toda una referencia como Agustín Aranzabal dejó el equipo txuri-urdin para fichar por el Zaragoza en 2004. Su relevo lo cogió Javi Garrido, quien venía avalado por su internacionalidad con España en categorías inferiores. Lo cierto es que el de Irun, sin llegar nunca a brillar ni a sobresalir, rindió a un nivel aceptable durante sus tres cursos como txuri-urdin. Pero se produjo el descenso de 2007 y a la directiva se le presentó la oportunidad de traspasarle. El jugador salió a un Manchester City que aún no había sido poseído por los petrodólares.
Si los responsables deportivos del club accedieron a vender a Garrido no fue solo por una cuestión económica. Estimaron que desde la cantera venían pisando fuerte dos posibles sustitutos, Xabi Castillo y Mikel Balenziaga. El no ascenso de Vitoria, sin embargo, sumió a la entidad en una delicada situación que terminó implicando sus respectivas marchas al Athletic. El de Zumarraga se marchó en verano de 2008. Y el de Durango lo hizo un año después, siendo un habitual en las alineaciones del primer equipo. Fue entonces, en 2009, cuando se creó definitivamente un vacío que Zubieta no ha sido capaz de llenar, doce años después.
Iñigo Sarasola nunca terminó de suponer una alternativa para el puesto. Y durante este tiempo tampoco han terminado de colmar las exigencias de la demarcación futbolistas fichados para foguearse en el Sanse. Hablamos de Liassine Cadamuro (también central o lateral diestro), de Héctor Hernández y de Kevin Rodrigues. Los tres llegaron a debutar con el primer equipo. De hecho, el de Baiona figura todavía en él, a la espera de que se concrete su salida. Pero ninguno ha ofrecido el rendimiento que sí han aportado durante este tiempo los citados De la Bella, Yuri y Nacho Monreal.
Fue especialmente delicado el intervalo de tiempo transcurrido entre 2017 (salida del zarauztarra) y 2019 (llegada del navarro), período durante el que ni Kevin, ni De la Bella (ya en su segunda etapa), ni Theo ofrecieron garantías. Curiosamente, quien sofocó este fuego fue un futbolista que ha parecido este verano más fuera que dentro del club, Aihen Muñoz, y que simboliza ahora mismo la esperanza canterana para la demarcación. Debutó en enero de 2019 en el Bernabéu y terminó aquel curso muy por delante de Theo, convertido en titular fijo y, gracias a la continuidad, dando un nivel más que fiable. Las garantías que ha ofrecido Monreal en estos dos últimos años, sin embargo, le han relegado a un segundo plano.
Mientras todo esto ha ocurrido en el lateral izquierdo, el derecho se ha visto ocupado de forma casi permanente por futbolistas de la cantera. Cifu, incorporado en 2005, nunca llegó a cuajar. Y Gerardo lo hizo en mayor medida entre 2006 y 2009, aunque ocupando también otros puestos en el campo. Hablamos de los dos únicos refuerzos foráneos para el puesto que ahora habitan Zaldua y Gorosabel, y que cuenta además con la sólida alternativa de Álex Sola en la plantilla del Sanse.
