- “Tendríamos que pelearnos, porque yo también jugaba con el 6... Pero estos nos darían un repaso”, asegura Agustín Gajate (Donostia, 1958) esbozando una amplia sonrisa y mirando a los ojos de Aritz Elustondo (Beasain, 1994). “Lo que hicisteis vosotros por la Real no tiene palabras”, le replica el central de Beasain, que ni siquiera había nacido cuando los Gajate, Arconada y compañía saborearon la mieles de la gloria a base de títulos. Con el campo de Anoeta como escenario, NOTICIAS DE GIPUZKOA fue el invitado de lujo en el encuentro de dos generaciones que son historia de la Real Sociedad. Agustín Gajate levantó la Copa del Rey aquel 27 de junio de 1987. Aritz Elustondo, junto al resto de compañeros, hizo lo propio un de 3 de abril de 2021, casi 34 años después. En el aniversario del título copero conseguido en La Romareda, los número seis de la Real rememoran sus conquistas y analizan el futuro de la entidad blanquiazul, “muy ilusionante”, para ambos.

Para no ser muy nostálgico, Gajate echa la vista atrás y recuerda aquel 27 de junio de 1987 como si fuera ayer. “Hacía mucho calor, pero disfrutamos jugando aunque al final terminamos a penaltis. Disfrutamos del triunfo, y sobre todo, pudimos disfrutar de la gente y la gente disfrutó con nosotros, y eso es lo que se te queda. Hicimos feliz a mucha gente”. Eso, precisamente, es lo que más echó de menos Aritz. Y lo sigue haciendo. “Después de tanto tiempo, que se haya llegado a una final de Copa y que no la hayamos podido vivir con nuestra afición, es de no creer. Nosotros sí que lo celebramos allí en Sevilla, pero no podíamos dejar de pensar en la afición. Nos quedamos sin poder ofrecerla desde el balcón del Ayuntamiento, sin poder dar una vuelta por Donostia mostrando la Copa a los aficionados...”. Se espera, cuando se normalice la situación, “poder celebrar la conquista de la Copa como merecemos todos”.

El único pero de este “bonito año” ha sido no poder sentir el calor de los aficionados. “Es triste, pero nos hemos acostumbrado a jugar sin gente”, sostiene Aritz, deseo de la vuelta del público a los estadios: “El fútbol no es nada sin la afición, sin ese calor en Anoeta. Estamos deseando que llegue ese día. Habíamos empezado una aventura todos juntos con la creación de la grada Aitor Zabaleta, pero la puñetera pandemia nos cortó todo de raíz. No nos escucharemos tanto, pero necesitamos ese calor de la gente”, asegura el actual futbolista de la Real. Gajate, como realzale de corazón que es, lamenta no haber podido acudir a un estadio que le tiene maravillado: “No hemos podido disfrutarlo porque no hemos podido venir pero viéndoles en la tele, te das cuenta del futuro que hay. Luego está que se consigan o no las metas, pero el equipo sí tiene un gran futuro”, señala. Lo que más le gusta de la actual Real el que “tiene un estilo propio y no lo cambian por nada. Están apostando por un formato que les está saliendo porque tiene jugadores para ello”.

Odiosas comparaciones

Había ganas de que otra generación de la Real pudiera alzar un título. “Nosotros ya hicimos lo que hicimos y ahora les toca a ellos, y si pueden mejorar lo que conseguimos, estaremos muy contentos”, reconoce un Gajate, deseoso de seguir viendo a la Real ganar títulos: “No estaría mal que esta generación ganase otra Copa”. Y no olvida, tal y como hicieron ellos, que “esta Real a punto ha estado de jugar dos finales de Copa. Solo les faltó un pelín de suerte”. Elude cualquier tipo de comparación entre los dos equipos: “No hay semejanza alguna, la única que la cantera se está trabajando mucho y bien”. Un aspecto, el de la cantera por el que Aritz Elustondo, salido de la factoría de Zubieta hace unos años, saca pecho: “Ahora tengo 27 años y ves a los que suben con 19, 20 y tienen mucho talento. Cada vez que vienen a entrenar, se les ve que tienen muchas ganas de aprender. Se les ve ese nerviosismo, pero son muy buenos jugadores”, declara.

No cree Aritz que hubiera “ansiedad” por poner fin a esos 34 años sin ganar un título. Sí que había “ilusión”. En este sentido, “el club tiene claro qué es lo que quiere y la gente, poco a poco, ha ido creyendo en que se podían conseguir cosas”. Se ha conseguido la Copa, pero no se conforma: “Queremos más. Ojalá podamos conseguir algo. Ya no solo otra Copa, conseguir mejor posición en Liga, llegar más lejos en Europa”. Es precisamente en Europa donde el beasaindarra cree que hay que dar un paso al frente: “Hay ganas de hace algo importante. Mejorar el quinto puesto va a ser difícil. La Liga se hace larga y creo que hay un salto grande entre los cuatro primeros y el resto, pero quién sabe. Este año hemos estado mucho tiempo en las primeras posiciones y mira, hemos sufrido hasta para conseguir el quinto puesto. Creo que mejorar la posición de Liga será difícil, pero lo vamos a intentar. En Europa tenemos esa espinita clavada. Llevamos muchos años todos juntos y puede ser el momento de conseguir algo bonito en Europa”.

Pese a las ansias de superación, Aritz no olvida que hemos vivido un “año inolvidable e histórico”. Eso sí, entiende que la afición sea “ambiciosa” de cara a la temporada que viene. No le preocupa porque “hay un buen proyecto. No sé si vendrá alguien más o seremos los mismos del año pasado, pero si este año hemos conseguido esto es porque ya hay un bloque en Zubieta, no solo de jugadores, sino de staff, de club... Tenemos las cosas bien claras, somos conscientes de que podemos conseguir lo que venimos diciendo hasta ahora. Queremos que Europa sea como una rutina, que se esté entrando todos los años y lo queremos intentar. Estos últimos años se ha conseguido en el último partido, ha sido algo muy positivo. Ojalá podamos conseguirlo antes de la última jornada y no sufrir tanto”.

Aritz ya forma parte por méritos propios de la historia de este club, aunque le sigue costando asimilarlo: “No somos tan conscientes de lo que hemos conseguido. Claro que somos partícipes de la historia de la Real, hemos conseguido algo histórico”, reconoce. Entiende que “a lo largo del tiempo nos iremos dando cuenta de lo que hemos conseguido. En el momento en el que ganamos ya pensamos que la habíamos liado, pero a los dos, tres días había partidos de Liga”, recuerda. No olvida la euforia y el subidón del inicio, pero “pasaban los días y no éramos conscientes de lo que había pasado. Creo que todavía no somos conscientes de que hayamos conseguido algo tan grande”.