La Real Sociedad se impuso este viernes al Elche en Anoeta (2-0), en un partido marcado por la tempranera expulsión del visitante Raúl Guti en el minuto 10. Aunque la tarjeta roja se produjo demasiado pronto como para valorar con exactitud cuál era el plan inicial de Imanol, sí dio la sensación de que el técnico apostó por mantener hasta el descanso la hoja de ruta original. Posteriormente la cambiaría, ya de cara a la segunda mitad.

EL INICIO

Como se aprecia en la imagen, el Elche dejó hacer a los centrales realistas en la salida de balón y situó su bloque a media altura, evitando que su zaga defendiera muy cerca del área. En cuanto a la disposición de los txuri-urdin, ilustra bien cuáles eran sus intenciones, ya en el minuto dos. Obsérvese cómo el sector derecho está mucho más poblado, con la pareja Gorosabel-Januzaj em banda y con Silva también escorado para generar superioridades en la zona. Oyarzabal se sitúa como segundo punta junto a Isak y todo el ala izquierda es para Monreal.

¿Qué busca la Real en el arranque y sigue buscando tras la expulsión? Salvando las distancias entre ambos partidos, trata de encontrar situaciones como las generadas hace dos semanas contra el Celta. Januzaj atrae rivales pegado a la cal para que sus compañeros rompan a la espalda de los zagueros que defienden su zona. Aquí vemos dos ejemplos de aquel partido, en el que el mediapunta dentro de un 4-2-3-1 fue Carlos Fernández y el extremo zurdo Portu.

Este viernes ante el Elche, mientras, las acciones buscadas por la Real no fueron tan agresivas como ante el Celta (entonces se atacó directamente el corazón del área), pero sí intentaron alcanzar en buena disposición una parcela más lateral de la defensa rival.

La anterior captura corresponde a una clara ocasión de Silva. Y en las sucesivas vemos cómo la Real, alternando también los roles del canario y del propio Januzaj, supo encontrar situaciones de peligro. En esta, Oyarzabal va a servir de cabeza a Isak, cuyo disparo se marcha alto.

Y esta corresponde a un pase inmediatamente previo al gol anulado a Monreal, con Isak rompiendo en diagonal para recibir de Januzaj y combinar con Silva.

¿CONTRA ONCE MEJOR?

Repetimos aquí dos imágenes ya mostradas para destacar cómo retrasó su bloque el Elche en inferioridad numérica (pasó a emplear un claro 4-4-1). Es cierto que los espacios se vieron reducidos y que esto dificultó los ataques de la Real.

Pero no podemos obviar que la amenaza de los alicantinos se vio muy reducida con diez. Los primeros minutos habían apuntado a que el Elche iba a responder a la presión alta de la Real con envíos frontales a sus delanteros, que quedaban en cuatro para cuatro contra la zaga txuri-urdin y ya habían sufrido con alguno de estos envíos largos. En estas dos imágenes observamos la presión de los de Imanol y cómo buscaban los visitantes la carrera de sus atacantes.

TRAS EL DESCANSO

El plan ofensivo de la Real varió durante el intermedio. Imanol apostó por abrir el campo con dos extremos (Barrenetxea y Januzaj), con Isak como punta y Oyarzabal y David Silva ocupando los carriles interiores. Sirvió para que el belga y el donostiarra encontraran alguna situación de uno para uno contra sus respectivos laterales€

Pero sirvió, sobre todo, para que el rival se viera obligado a ensancharse atrás, dando pie así a la formación de jugosos pasillos interiores. Mención especial para Zubimendi, en sobresaliente papel de lanzador, filtrando balones tensos, verticales y dañinos. Este fue uno de los primeros.

Aquí vemos cómo el central izquierdo del Elche (marcado en rojo) vigila a Silva y abre una puerta para la carrera de Isak, bien servido por Zubimendi.

Y aquí vemos al propio Zubimendi sirviendo de nuevo a Isak. El central izquierdo del Elche (de nuevo marcado en rojo) ha tenido que abandonar su zona para perseguir a Januzaj, ya que el lateral zurdo ha debido encimar a Gorosabel. El delantero sueco recibe, dispara y fuerza el córner del 1-0, que abre la lata.

Importante triunfo de la Real. Los txuri-urdin ofrecieron buenas prestaciones hasta que el gol anulado a Monreal pareció suponerles un mazazo en lo anímico. Después, tras el descanso, faltó una mayor precisión para aprovechar los pasillos interiores generados, aunque el bagaje ofensivo terminó siendo suficiente para sumar los tres puntos. ¿Cómo influyó la expulsión? Repetimos: jugar ante diez sí redujo los espacios y dificultó ciertas tareas. Pero no podemos obviar que la amenaza del rival en ataque se vio muy reducida, dándose un partido de una sola dirección.