Hace una semana, en vísperas de recibir al Sevilla, Imanol Alguacil aseguró que preparaba el partido contra los andaluces con 22 futbolistas, 18 de ellos del primer equipo. Finalmente, sin embargo, incluyó en su convocatoria a solo 19 jugadores, con el meta Unai Marrero como único potrillo de la lista. Extrañó la circunstancia, ya que el oriotarra siempre ha recurrido sin tapujos al filial. Pero se sabría después que en el segundo equipo txuri-urdin permanecen confinados cinco integrantes del plantel, siendo tres de ellos habituales en los planes de los mayores.

Gaizka Ayesa, Alex Petxarroman, Ekaitz Jiménez, Urko González de Zárate y Jon Pacheco fueron considerados contactos directos de una persona contagiada de covid, lo que les ha obligado a aislarse durante diez días. Fuentes del club confirmaron ayer a este periódico que los plazos establecidos en los cinco casos no resultan suficientes para que Imanol pueda incluir a cualquiera de estos jugadores en la convocatoria para Ipurua. Cabe destacar que, por cuestiones reglamentarias de edad, Petxarroman y Jiménez ya no podrían volver a competir con el Sanse si lo hicieran arriba a las órdenes de Imanol. Pero también resulta evidente que Ayesa, Urko y Pacheco se habían convertido ya en casi habituales en los planes del técnico oriotarra.

Especialmente trascendentes se presentan las ausencias de Urko y de Pacheco. El primero es un centrocampista con capacidad para actuar también como defensa central. Y el segundo es un fijo en el eje de la zaga, justo la parcela en la que más mermado podría viajar el primer equipo el lunes a Eibar. Alguacil maneja las dudas de Le Normand y Zubeldia, y sufre las bajas seguras de Aritz (sancionado), Urko y Pacheco. Si hubiera que recurrir a la plantilla de Xabi Alonso, todo apunta a que el elegido sería Aritz Arambarri, quien ya sabe lo que es competir en Primera División. Lo hizo el pasado noviembre en Balaídos, durante el partido que la Real le ganó al Celta (1-4).

El Sanse, enrachado en Segunda B, visita este domingo por la tarde a la Sociedad Deportiva Logroñés, colista del grupo de ascenso. Los potrillos se han asegurado ya disputar el play-off de ascenso a Segunda, pero ahora luchan por concluir en la primera posición de la liguilla.