La Real ha caído arrollada 1-6 ante el Barcelona en una noche en la que primero las áreas marcaron la diferencia y después, el chaparrón visitante, que han marcado cuatro de sus tantos en la segunda mitad pese al gran gol de Barrenetxea.

El encuentro ha comenzado con ritmo, en buena parte provocado por la alta presión que ha aplicado el Barcelona, que necesitaba apretar tras las victorias del Real Madrid y el Atlético de Madrid.

La primera aproximación realista ha llegado en las botas de Merino, aunque no ha avanzado a mayor lugar ya que el balón ha terminado yéndose por banda. A la salida, Oyarzabal, que se preparaba para empalmar el esférico, ha sufrido una fea plancha de Griezmann que para el colegiado no ha sido ni falta.

Con el paso de los minutos, la Real, más protegida pero con transiciones muy rápidas y verticales, y presión alta nada más perder el balón, se ha entonado con una rápida salida entre Merquelanz y Oyarzabal a la que Isak no ha podido dar el cierre.

Pasado el minuto 20, un balón largo de Merquelanz a la carrera de Isak ha servido al sueco para dejar atrás a De Jong, meterse en el área y cuando todos esperaban un pase, ha hecho un quiebro hacia adentro y su disparo se ha topado con Ter Stegen. Primera clara del partido, de la Real.

Las cosas salían más como quería el equipo de Imanol y no como el de Koeman, que en torno al minuto 30 primero Jordi Alba, con protestas insistentes por un inocente saque de banda en el centro del campo, y después el propio técnico neerlandés han sido advertidos por el árbitro Munuera Montero. Ninguna amonestación.

Ha habido que esperar 37 minutos para que el Barcelona tuviera la primera ocasión de peligro. La que ha ido dentro. Un despeje extraño de Remiro a un centro de Dest desde la derecha ha permitido una nueva carga culé, con internada de Alba por la izquierda ha conectado con Démbéle. Remiro ha despejado, pero su rechace lo ha fusilado Griezmann. 0-1.

En el minuto siguiente, una rápida recuperación en campo rival como consecuencia de un error del Barcelona ha permitido a la Real tener la segunda ocasión muy clara de la noche: Isak de nuevo se ha topado con Ter Stegen, que ha evitado el que debía ser el segundo tanto blanquiazul.

Lejos de conseguir el empate, la Real se ha ido 0-2 al descanso, ya que en el minuto 43, una buena jugada de un casi inédito Messi por el centro la ha concluido Dest para dar tranquilidad a un conjunto visitante que a diferencia de la Real, ha marcado las dos que ha tenido.

Hundimiento

La segunda mitad ha arrancado por unos derroteros similares a la primera, aunque con una Real más valiente, obligada por la escena. Por ende, también más expuesta. Primero la ha tenido con un hiperactivo Isak, que escorado en banda izquierda ha dejado atrás a De Jong y ha puesto un pase de la muerte que solo había que empujar. No había nadie.

Y por no cambiar el guion del primer acto, casi a la vuelta de esa aproximación, una penetración de Alba ha terminado en un balón rechazado que Dest ha terminado por fusilar. 0-3 nada más regresar y que probablemente ha cambiado definitivamente el partido.

No iba a durar mucho ese marcador, porque apenas tres minutos después, un pase largo de Busquets a Messi ha plantado al argentino ante Remiro, solo ha tenido que picar el balón ante la salida del meta navarro. A una Real deslavazada y partida le quedaba más de media hora para pensar en la Copa.

Sin desistir, Imanol ha optado por retirar a Portu y Gorosabel y dar entrada a Januzaj y Barrenetxea, que dejaría una de las notas más positivas del choque. Antes, eso sí, una nueva carrera de Démbélé al espacio que marca de tiro cruzado a pase de Messi. El VAR ha anulado un gol que daba la impresión de fuera de juego, aunque tres minutos después, el mismo futbolista ha marcado el 0-5.

En el minuto 72 Carlos Fernández ha entrado por Zubimendi y el sevillano sería uno de los protagonistas del tanto realista, que gracias a una gran salida rápida desde atrás, combinada con el propio Carlos, la ha culminado el propio Barrenetxea con un zambombazo de bellísima factura.

El carrusel de cambios ha traído al césped a Bautista y Sangalli por Isak y Zubeldia, tocado tras una entrada de Démbélé, y el conjunto catalán, que no ha desistido, se ha encontrado con el sexto al borde del 90. Obra de Messi.

Con el parón de selecciones de por medio, la Real ha firmado el peor resultado posible a las puertas de la finalísima de Copa.