- No deja de ser meritorio que se interprete como algo novedoso que la Real se quede sin marcar en un encuentro. Sobre todo si es de la Liga. Los donostiarras no lograron perforar la meta de Rui Silva en Los Cármenes, en un día para olvidar en el que generaron muy pocas ocasiones para marcar. Las únicas oportunidades destacables fueron tres disparos de Oyarzabal, todos ellos con la zurda, que uno lo detuvo el luso, el otro salió lamiendo el palo y el tercero, de libre directo, se marchó por encima del larguero. Un cabezazo de Bautista, en una falta botada por Portu, y un rechace que cazó Zubeldia y que se estrelló en la defensa andaluza. Muy pobre bagaje para el cuarto mejor ataque del campeonato, solo superado por los tres gigantes, con 43 dianas en 27 jornadas.

Han pasado tres meses desde que los realistas se quedaran sin anotar en la Liga. Fue contra el Atlético en Anoeta, en una cita a la que se presentó muy mermada y que acabó con una derrota por 0-2, en el único partido en el que cayó por más de un gol de diferencia, en una crisis en la que cayó tras codearse contra los mejores. Los otros dos encuentros en los que los de Imanol no tuvieron puntería fueron contra el Madrid y el Valencia en Anoeta, en choques que acabaron 0-0 y 0-1 respectivamente, y en Vitoria, donde el asedio txuri-urdin no encontró la merecida recompensa con el 0-0 final.

En lo que respecta a Europa, los donostiarras tampoco lograron perforar la meta rival en el casi innombrable 0-4 ante el Manchester United en Turín, en la visita al AZ Alkmaar, que concluyó con un interesante empate 0-0, y frente al Nápoles en el estadio donostiarra, cuando sucumbieron por la mínima, lo que complicó sus aspiraciones para clasificarse para los cruces.