a Real se halla inmersa en una temporada de locos, marcada por un calendario exigente que le penaliza en muchos sentidos, pero que también esconde su lado bueno. Suelen comentar los futbolistas y los entrenadores que, después de un revés, lo mejor es competir cuanto antes, máxima que cabe aplicar ahora a la situación del equipo txuri-urdin. Y es que el postrero empate concedido el sábado contra el Betis en Anoeta se produjo apenas 72 horas antes de un nuevo duelo ante los verdiblancos.

Mañana martes, el Benito Villamarín será el escenario (21.00 horas) del enfrentamiento copero entre ambos equipos. El partido corresponderá a los octavos de final del torneo del KO, ronda que se dirime a partido único, igual que los cuartos. Inmersa en una negativa racha de resultados en la Liga, la Real se sumerge por unos días en una competición que se le dio bien el pasado curso y que puede ejercer de aspirina si los de Imanol continúan avanzando en la misma. De momento han apeado al Córdoba, igual que el Betis ha hecho con el UCAM Murcia, la Mutilvera y el Sporting de Gijón.

Moyá, Silva y Sangalli integraron la lista de bajas por lesión para el partido liguero del sábado. Ayer la plantilla se ejercitó en Zubieta con normalidad y no parece que el duelo se cobrara problemas físicos de consideración. Así, la única novedad podría llegar de la mano de Carlos Fernández, si Imanol estima oportuno incluirle en la lista.