La Real Sociedad no ha podido con un Nápoles que venía apremiado a Donostia y sale fortalecido tras ganar con un gol de Politano y un muro infranqueable con el que defendió su ventaja en la segunda jornada de la Liga Europa.

Los donostiarras han comenzado mal porque Aritz, que estaba en el once titular, ha tenido problemas en el calentamiento y ello ha obligado a echar mano del joven Modibo Sagnan, que asumía la primera titularidad con su equipo.

El central francés ha defendido con criterio, sin embargo el susto llegaría desde un poco más atrás, con un regalo de Merino a Insigne en un saque largo que el capitán del Nápoles, tras una gran jugada, ha estado cerca de convertir en el primer gol antes de los diez minutos de juego.

El encuentro ha seguido accidentado e instantes después se aliviaba el equipo de Imanol Alguacil cuando Lorenzo Insigne tuvo que ser sustituido por lesión, con lo que perdían los italianos a su mejor activo en ataque a las primeras de cambio, los blanquiazules se han animado y a punto ha estado Merino de marcar de cabeza.

La Real ha optado por esperar en la segunda mitad a un Nápoles que estaba mucho más apremiado con su derrota ante el AZ Alkmaar y que ha encontrado el premio que buscaba con un golazo de Politano desde fuera del área, con la colaboración de Sagnan al desviar un poco la trayectoria.

El Nápoles ha defendido su tesoro con un auténtico catenaccio catenaccioante el que se ha estrellado una Real voluntariosa, a la que le ha faltado velocidad y juego para haber empatado el encuentro.