- El entrenador del Rijeka, Simon Rozman, comentó ayer, en el día previo a la primera jornada de la fase de grupos de la Liga Europa, que su equipo tratará de aprovecharse de la ventaja de jugar en su estadio contra la Real, y anunció que hay otro jugador con COVID-19, con lo que el total de contagiados asciende a tres. “Tenemos una clara visión de cómo jugar contra un rival excepcionalmente fuerte”, declaró el entrenador en una rueda de prensa en la ciudad marítima croata de Rijeka.

No dudó en la fuerza y el excelente juego de la Real, pero aseguró que eso no asusta al Rijeka. “Su posición en la tabla de la liga muestra claramente quién es nuestro rival. Sin embargo, nosotros nos impondremos contra la Real con un juego agresivo. Este es nuestro campo y lo vamos a demostrar. No sé con qué equipo saldrá, pero tienen 22 jugadores tremendamente buenos. Es un equipo que vale 300 millones de euros según el mercado de fichajes. Es un rival extremadamente fuerte. Se trata de un gran desafío para nosotros, y tenemos una estrategia preparada para llevar a cabo durante el partido. El ambiente es fantástico, espero que el público nos acompañe. Estamos felices de estar aquí, nuestro objetivo no es solo jugar, sino mostrar nuestra mejor cara”.

También aseguró que la atmósfera en el club es fantástica a pesar de que otro jugador, el tercero, está contagiado por coronavirus. “Eso es una desventaja, pero cuando veo cómo todos en el club trabajan y se preparan, no lo tomo como excusa”. El club no ha publicado qué jugadores han dado positivo en las pruebas del COVID-19.

Y, por último, evaluó que para el triunfo “se necesita lo mejor de todos nosotros”. “Somos conscientes de que estamos viviendo nuestro sueño. Creo en mi equipo y pienso que lucirá su mejor versión”.