- La Real busca la segunda victoria consecutiva y la primera en Anoeta. La estabilidad de una temporada se alcanza cuando se logra una regularidad en casa que te convierte en un equipo fiable. A los de Imanol les costó mucho coger esa velocidad de crucero que adquirieron después y que le transformaron en un local temible que acabó contando sus partidos por victorias hasta que llegó la suspensión por la pandemia.

Los realistas tienen la oportunidad de afianzarse en la zona noble de la temporada. No está mal que vaya haciendo un acopio de puntos cuando todos los equipos se encuentran en una situación delicada, pisando suelo desconocido€ No hay que olvidar que desde que regresó la competición, en la época del post confinamiento, la Real solo ha sido capaz de sacar adelante un encuentro. Y fue contra un Espanyol malherido, cuando ya había puesto un pie en Segunda. Los técnicos no han querido darle demasiada importancia, pero la realidad es que los registros empiezan a ser algo preocupantes. Precisamente una de las últimas grandes fiestas antes del parón fue el 3-0 contra un Valencia que se presentó con muchas bajas.

Nada mejor para ahuyentar fantasmas que sacar adelante los dos duelos que afrontarán esta semana ante dos rivales muy exigentes que aspiraron a entrar en Europa hasta el final del pasado curso. Un Valencia en pleno estado de descomposición, sin haber protagonizado ninguna noticia positiva que los cuatro puntos que lleva en la Liga. Y un Getafe que€ Ya habrá tiempo para pensar en la batalla del sábado ante el ejército de Bordalás. A la Real siempre le ha costado lograr los seis puntos en dos duelos seguidos en casa.

Imanol introducirá cambios porque dispone, a pesar de la larga lista de lesionados, de una plantilla con muchos recursos para oxigenar a su equipo sin que pierda fuelle. En la zaga se da por segura la vuelta de Monreal, una vez superados sus problemas físicos. En la medular, es probable el estreno este curso de Zubimendi, que también ha dicho adiós a su rotura de fibras, para dotar de mayor fluidez a la circulación de balón. Merino es intocable; Silva podría volver a jugar una hora como Oyarzabal, que formaría con Isak, que necesita marcar; y Barrenetxea en lugar de Portu en el tridente. Es decir, si juega el canario, el capitán seguirá de extremo. Posición para la que también aspira a entrar Januzaj.

Javi Gracia tiene mucho trabajo por delante y parece que lo está haciendo bien. Con las bajas de Rodrigo, Garay, Ferrán Torres, Coquelin, Parejo y Florenzi, el técnico no tiene más remedio que rebuscar en su armario y jugársela con canteranos y varios jugadores que la pasada campaña apenas tuvieron protagonismo. Pese a todo, el once que presentará esta tarde será reconocible y capaz de amargarte un partido.