- Jokin Aperribay se ha hartado. Le parecen una “vergüenza” las decisiones arbitrales que ha padecido su equipo. No lo ha afirmado públicamente ni él, en la figura de presidente de la Real, ni nadie que forme parte de la entidad. Es la estrategia del club ante los continuos -por no llamarlos escandalosos- perjuicios arbitrales que ha sufrido desde que se reiniciara la Liga, el 14 de junio, con la Real en puestos de Champions.

Un mes después, los txuri-urdin ocupan la séptima plaza, la última que otorga un billete a Europa. En la cúpula del club creen que los arbitrajes han sido decisivos en la caída de puestos, puntos y resultados que ha ido acumulando el equipo en estas ocho jornadas de competición tras el parón.

Se lo dijo con claridad Aperribay a Juan Martínez Munuera en el túnel de vestuarios de Anoeta el pasado viernes, unos minutos después de que el colegiado diera por válido el 0-2 de Soldado, un gol que, diga lo que diga la norma sobre despejes y nuevas jugadas, cuesta mucho digerir: “¡Esto es una vergüenza, estamos siempre igual!”. ¿Que cómo lo sabemos? Porque lo apuntó en el acta el árbitro valenciano, que añadió que Aperribay “nos acompañó hasta la puerta de nuestro vestuario con actitud amenazante”. Seguro que esta no era la forma en la que quería el presidente realista que sus aficionados supieran por su propia boca de su enfado e indignación con el colectivo arbitral. Normal, por otro lado: Martínez Munuera, además de poner al máximo dirigente donostiarra en una situación comprometida -las críticas a sus representados suelen sentar entre muy mal y tremendamente mal a la Federación del señor Rubiales-, ha puesto en evidencia algo que Aperribay y su directiva han querido tapar una jornada tras otra, el tremendo enfado que existe en la parte noble del club con el trato que recibe el equipo por parte de los colegiados, a los que no les tiembla el pulso al dar por válidos o no goles que pueden dejar a la Real sin el sueño europeo.

Las palabras del viernes del presidente txuri-urdin, como era de esperar, no han pasado desapercibidas en Las Rozas. El Comité de Competición, reunido este sábado, decidió suspender por tres partidos a Aperribay atendiendo al art. 117 del código disciplinario por actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros, además de imponerle una multa al club de 1.050 euros (art. 52). Ante las alegaciones de la Real, que considera que la conducta no constituía ofensa, el comité respondió contundente: “No queda desvirtuado lo reflejado en el acta y, más bien lo contrario, se confirma que (Aperribay) acudió al túnel de vestuarios y realizó manifestaciones de desconsideración”. Para el presidente realista ha terminado ya la temporada en los palcos. Ahora tendrá que ver los partidos de la Real como el resto de la afición, por televisión. Y podrá decir lo que piensa a los cuatro vientos.

Otro error arbitral de bulto

Siguiendo con el acta arbitral del encuentro del viernes, la Real presentó el sábado alegaciones a la tarjeta que vio Aritz Elustondo en el minuto 67 de partido. El acta de Martínez Munuera reflejaba que la amonestación se había producido en el minuto 77 por "derribar a un contrario en la disputa del balón de forma temeraria", algo imposible si atendemos a que el defensa fue sustituido en el minuto 69. El Comité de Competición no ha tenido otra salida que estimar el recurso de la Real, con lo que el enésimo error de bulto de Martínez Munuera permitirá a Imanol disponer del beasaindarra mañana frente al Villarreal con la tranquilidad de que el central no está apercibido antes de las últimas tres finales.