- De escándalo en escándalo. Cuando todavía no nos hemos olvidado de los cinco primeros arbitrajes que sufrió en la reanudación de la competición, el dramático bajón físico que experimentó la Real en el segundo tiempo ante el Levante y la cantidad de lesiones que está sufriendo el plantel tienen una explicación bien sencilla. El reparto de horas de descanso que ha tenido la Real respecto a sus rivales directos resulta simplemente inaceptable. Y la comparación con el resto de candidatos a los puestos europeos ya es de juzgado de guardia.

En una competición exprés de once jornadas a disputar en cinco semanas, con partidos diarios para explotar el negocio de las televisiones, no se puede entender que hasta la jornada 36, es decir todas las que están fijadas, la Real arrastra un balance negativo de ocho días menos de descanso respecto al contrincante con el que se ha ido enfrentando. La cuestión es sangrante cuando se constata que el Sevilla ha tenido un resultado positivo de cinco días más que sus oponentes. Es decir, en 38 días de competición, trece más que la Real en relación a sus contrincantes. El Villarreal y el Getafe, con un balance positivo de más 4, 12; el Atlético, con más 3, 11; y el Athletic, con más 1, 9 en total por encima de los realistas. Si a esto no se le considera adulterar la carrera por los puestos europeos, ya contarán cuando puedan cómo digerir esta desvergüenza...

Lo más triste de todo es que el tema ha pasado casi de incógnito. Esta vez los que pusieron el grito en el cielo porque el Mirandés iba a tener menos días para preparar la vuelta de la semifinal de Copa no parecen darle excesiva importancia a una cuestión que pone en tela de juicio la equidad y la limpieza de la competición al no poder competir en igualdad de condiciones la Real contra el resto de sus rivales directos. Y la realidad se encuentra en la cantidad de lesionados que tiene ahora la enfermería txuri-urdin, cuando a lo largo del año ha estado más tranquila que nunca; lo que le cuesta competir al equipo, cuyos jugadores parecen tener pies de plomo; y el protagonismo con los minutos que han ido sumando varios de los canteranos como Zubimendi, Pacheco, Roberto López o Naïs.

"Así, imposible", tituló el club la crónica de su partido ante el Madrid. Lo que ha quedado muy claro es que si no lo denuncia y se queda en silencio, está comprobado que LaLiga no va a tener ninguna compasión, por muy buena que, supuestamente, sea la actual relación que mantiene Jokin Aperribay con su presidente, Javier Tebas. Imanol, que ha tenido que ejercer de llanero solitario como portavoz del club ante las injusticias que está recibiendo, en algo que no se entiende cuando el dirigente realista es quien ha sido siempre el que ha llevado la voz cantante ante este tipo de cuestiones, por fin clamó al cielo cuando le preguntaron por el hundimiento del equipo en la segunda parte en La Nucía: "Eso tiene una importancia terrible, como otras cosas que han pasado anteriormente. Y hay que decirlo así porque es lo que hay, pero no vamos a buscar excusas en eso, y vamos a afrontar los partidos como se merece el club al que estamos defendiendo, pero no hay duda de que con este cansancio y acumulándose tantos partidos a ver cómo llegamos. Pero el grupo en ningún momento se ha parado a lamentar que vamos a llegar con menos días de descanso; al revés, nos vamos a reivindicar y nos vamos a dejar la vida por lograr el objetivo en los partidos que quedan".

Sin que sea responsabilidad del técnico, resulta desesperante que antes del partido frente al Celta, cuando le preguntaron por la diferencia de horas de descanso que empezaba a tener la Real en comparación con sus siguientes rivales y los aspirantes europeos, su actitud fue quitarle importancia: "No es lo mejor, pero no tengo miedo. Os lo dije: aunque os pueda parecer que el equipo no está bien físicamente, sobre todo, por lo que ha transmitido en los dos primeros partidos, tenemos al equipo muy bien físicamente, y no me preocupa. Es una desventaja, porque así va a ser, pero no me preocupa. Lo que me preocupa es que recuperemos nuestra identidad, nuestro juego€ Si somos capaces de hacer lo que hicimos contra el Madrid en todos los partidos, vamos a estar cerca de ganar. Ese es el gran objetivo de aquí al final".

Parece mentira, con todo el dinero que se están jugando y la especial importancia que dijo Roberto Olabe que iba a tener la posición final en esta Liga ante el nuevo escenario de crisis que se avecina. Lo curioso es que cuando salieron los primeros horarios, Gaizka Garitano y Muniain salieron a protestar públicamente y en todos los siguientes encuentros ha descansado más que sus adversarios. O no sabe muy bien cómo funciona esto, o a la Real le han cogido en fuera de juego. Protestar ahora ya no sirve para nada.

Y para la penúltima jornada, ante el Sevilla, rival directo, en horario unificado, ya es seguro que habrá que sumar otro día más en contra de la Real. Suma y sigue. Esto sí que ha acabado convirtiéndose en el gran escándalo de lo que llevamos de competición sin que nadie lo denuncie...