- Da que pensar. La Real vio cómo el miércoles le pitaron el sexto penalti en contra en las últimas seis jornadas. Hay doce equipos a los que todavía no les han castigado con esa cifra en 31 jornadas, por lo que muy normal no es. Y lo más grave de todo es que el único claro y que no admite ninguna discusión es el segundo que pitó Medié Jiménez en el partido de Eibar. Los otros cinco son jugadas controvertidas y en todas ellas el colegiado decidió en contra de la Real.

Todo empezó en el Camp Nou. El equipo txuri-urdin estaba compitiendo de tú a tú contra el líder e incluso parecía llegar a la recta final con más posibilidad de llevarse la victoria. En el minuto 81, el Barcelona sacó una falta y Gorosabel se vio obligado a despejar en lugar de dejarla pasar por la presencia de Vidal, quien se encontraba en fuera de juego. Piqué no llegó al centro del chileno y Le Normand metió la cabeza perdiendo de vista el balón que repelió con el hombro-brazo (lo mismo con lo que hizo el control Benzema en Anoeta). Martínez Munuera, avisado por el VAR, señaló una pena máxima que decidió el encuentro.

En el último partido jugado antes del parón, la Real vio cómo le señalaban dos penas máximas. La primera por una mano de Zubeldia, cuando se encontraba de espaldas a un flojo remate de cabeza de Kike García. Remiro paró el lanzamiento de Orellana cuando el marcador ya lucía el 0-1 por un gol desde los once metros de Oyarzabal. Casi al final, con 0-2, Zaldua sacó el brazo para cortar una internada de Kike y la pena máxima no admitió ninguna discusión. Charles sí la transformó en esta ocasión.

El día de la reanudación, la Real recibió a Osasuna. Los navarros comenzaron bien, pero tampoco estaban generando mucho peligro hasta que un centro desde la izquierda volvió a golpear en el brazo de Le Normand cuando los tenía pegados al cuerpo. Cordero Vega no lo dudó.

En Vitoria fue el único partido en el que no le pitaron un penalti en contra a la Real. Aunque no faltara el atropello arbitral, con un primer gol que las cámaras confirman que el linier se había confundido al señalar fuera de juego de Magallán antes de que anotara Borja Sainz. Y en el 88', con 1-0 en el marcador, ni Jaime Latre ni el VAR vieron una mano flagrante de Laguardia en el área local.

Contra el Madrid, no expulsaron a Casemiro por un codazo; el penalti de Llorente a Vinicius admite dudas; el gol anulado a Januzaj es legal; y el control de Benzema en el segundo gol parece mano. Cuatro decisiones polémicas y las cuatro a favor del mismo equipo.

Por si fuera poco, el leve agarrón de Llorente a Aspas del miércoles no es suficiente como para señalar el punto fatídico.