- Será diferente, pero no por ello menos especial. La Real afronta esta noche uno de los retos más complicados entre los nueve que le restan de aquí a final de temporada. Enfrente, el todopoderoso Real Madrid. Un Madrid que, además, viene crecido tras sumar seis de seis en esta inusual vuelta a la competición doméstica. A la Real, por contra, la reentré le ha sentado fatal, como reconocía su entrenador pocos minutos después de caer en Mendizorroza. La noche y el día se verán las caras en un Anoeta que -esta vez sin público- trae buenos recuerdos a los txuri-urdin: allí ganaron 3-1 el curso pasado.

Imanol Alguacil compareció ayer al mediodía en la previa del partido y recordó aquel encuentro, y el de Copa en el Bernabéu, y sin llegar a mencionarlos, otros tantos choques previos al confinamiento: “Ya hemos demostrado en otras ocasiones que somos capaces de superar retos difíciles”. Razón no le falta al oriotarra, que achaca el pobre nivel ofrecido por su equipo ante Osasuna y Alavés al juego y no al físico. Para el estilo de la Real, “necesitamos estar a un nivel técnico de máximo nivel; y ahora estamos un pelín más espesos”, argumentó el míster. Y también, “ser más atrevidos, porque, si no arriesgas, si no te atreves, es muy difícil sacar los partidos adelante”. “Lo que me preocupa es recuperar nuestro sello”, apostilló.

Por eso, el técnico apela a la vieja normalidad. Esa en la que el equipo no tenía problema en enfrentarse a equipos con defensas cerradas y puntas veloces. Esa en la que el centro del campo mimaba el balón y era atrevido, entre otras cosas, porque tenía confianza. “Queremos recuperarla”, asegura el oriotarra, que también se centra en lo individual: “Tras la vuelta (a la competición), es evidente que hay jugadores que no están tan finos”.

Preguntado por las molestias que arrastraba Odegaard antes y durante el encuentro frente el Alavés, Alguacil tranquilizó a los presentes: “Está fenomenal”. El noruego, faro de la Real en tres cuartos de campo, ha dejado de iluminar al ataque txuri-urdin. El míster es consciente de ello y pide más protagonismo para el resto de los centrocampistas del equipo: “Nuestros hombres asisten a esa ultima línea, no están encontrando esas líneas de pase. Pero, cuando tapan a unos, hay otros que deberán generar esas oportunidades”.

A falta de buen fútbol, por el momento, la Real tiene ilusión. “Los jugadores están con una ilusión tremenda”, afirmó Alguacil, que prevé un partido tácticamente diferentes a los dos últimos y en el que “vamos a intentar volver a quitarles el balón, como el año pasado”.

Antes de despedirse vía Zoom, el míster pidió paciencia y memoria: “Estamos donde estamos, y quedan aún nueve partidos; y aunque perdamos contra el Madrid, vamos a seguir estando ahí (en puestos europeos). Por todo lo que han hecho, estos jugadores merecen una oportunidad”.

Nueva final. El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, calificó de “final” el partido contra la Real Sociedad. Para el técnico francés, el partido de Anoeta es “una nueva (final) que hemos preparado pensando en darlo todo y sin pensar en más cosas”, en alusión a la posibilidad que tiene el equipo blanco de asaltar el liderato de la Liga en Donostia. Zidane aseguró ante los medios que la Real “es un equipo que te puede meter en problemas en cualquier momento, sobre todo al Real Madrid, contra quien siempre juega muy bien”.

No se moja con Odegaard. El virtuoso exfutbolista despejó balones sobre el futuro de Odegaard: “No voy a contar lo que vamos a hacer con Martin porque juega este año para otro club y lo tenemos que respetar”.

“Ya hemos demostrado en otras ocasiones que somos capaces de superar retos difíciles”

Entrenador de la Real Sociedad