- Quiero analizar su actual temporada comenzando por el pasado verano. Se fue Héctor Moreno. Y usted pasó a ser el central izquierdo titular. ¿Influye el perfil?

-En la pasada campaña ya jugué ahí de forma esporádica. Y este curso me tocó hacerlo con mayor continuidad. ¿Si influye? Todo el mundo sabe cuál es nuestro estilo de juego y qué riesgos asumimos atrás en la salida de balón. A mí me correspondió vivirlos en el perfil zurdo, y esto supuso un hándicap, porque en la mayoría de las acciones no utilizaba la pierna buena. Yo no pensaba en ello, me centraba en hacerlo lo mejor posible. Y me salieron partidos buenos, regulares y malos, como les sucede a todos los futbolistas. No me vine abajo en ningún momento y pienso que, en líneas generales, he dado un nivel óptimo esta temporada. Repito que el perfil sí que condiciona a veces, pero tampoco creo que haya determinado mi rendimiento de toda la campaña.

Imanol le protegió. Primero, elogiándole y sacando a relucir sus estadísticas defensivas: robos, bloqueos...

-Es que, muchas veces, asuntos como el que me citas del perfil se tratan más de puertas hacia afuera que hacia adentro. Yo en Zubieta hablo con quien tengo que hablar, con el entrenador, que siempre me ha apoyado tanto pública como internamente. Percibo y agradezco su confianza, que me empuja a seguir trabajando. Y además, aunque los errores siempre llaman más la atención, también están ahí esas estadísticas que comentabas y que reflejan que mi temporada no está siendo tan mala como alguno quiere creer.

El entrenador también le cambió de perfil, el pasado mes de enero.

-Sí. Después de las navidades pasé a jugar en la derecha.

Hasta que se lesionó contra el Mallorca, el día 26.

-No me di ni cuenta. Terminé el partido y no le dije nada al doctor. Pero al día siguiente me levanté con una pequeña molestia. Al final, lo que apuntaba a lesión leve, por mucho que estuviera localizada en un punto delicado (músculo semitendinoso del muslo izquierdo), terminó alargándose y se extendió en el tiempo. Sentí mucha rabia e impotencia. Y en situaciones como esta ya sabes... Las prisas nunca son buenas consejeras. Yo quería volver con el equipo cuanto antes y tuve la mala suerte de recaer, así que tocó aguantar un par de semanas más para regresar. Afortunadamente, todo ha quedado atrás y estoy plenamente recuperado.

Se perdió mes y medio de competición hasta que reapareció en el Camp Nou. ¿Puede agradecer ahora el hecho de arrancar a la par que sus compañeros?

-Está claro que, por mucho que hayamos seguido entrenando en casa, todos partimos de cero, prácticamente como si iniciáramos una nueva pretemporada. Yo me voy a intentar preparar lo mejor posible para estar luego ahí, cuando el míster me necesite.

¿Y para volver a marcar?

-Ojalá. Lo primero es defender, pero también me gusta aportar en ataque.

Atención a su estadística. Primeros cuatro meses como realista: siete goles. En los dos años y medio posteriores: ninguno.

-Es lo que normalmente les sucede a los delanteros. Cuando están en racha, parece que cualquier cosa que hacen termina en gol. Y luego les pasa lo contrario, que no les entra ninguna. A mí no me disgustaría volver a anotar, obvio, pero en esas once jornadas finales me centraré en mayor medida en que no nos marquen goles a nosotros.

“Jugar en el perfil zurdo puede haberme condicionado a veces, pero tampoco creo que haya sido determinante”