rack Songo'o pertenece a la hornada de 1987 de la cantera del Barcelona. Palabras mayores. Hablamos de la generación con la que creció Leo Messi. También de una quinta que integraron igualmente Cesc Fàbregas y Gerard Piqué. El camino seguido por estos dos resulta de sobra conocido. Militando en las categorías inferiores culés, emigraron a Arsenal y Manchester United respectivamente. En un movimiento más modesto, el propio Songo'o hizo lo propio en edad juvenil y fichó por el Portsmouth. Su aventura inglesa duró tres años, y se vio salpicada de cesiones a Bournemouth, Preston, Crystal Palace y Sheffield Wednesday. Ninguna resultó especialmente exitosa. Y en verano de 2008 el Real Zaragoza apostó por recuperar para la Liga al extremo diestro, hijo del mítico guardameta del Deportivo.

El conjunto maño, recién descendido a Segunda, configuró un proyecto ganador para regresar a la máxima categoría. Con Marcelino García Toral como entrenador. Y manteniendo en el plantel a futbolistas como López Vallejo, Ayala, Zapater, Gabi, Ponzio o los delanteros brasileños Ewerthon y Oliveira. Un equipazo que terminó ascendiendo con holgura, pero al que le costó poner tierra de por medio en la tabla. Al inicio de la segunda vuelta, visitó Anoeta en lo que entonces fue un duelo directo. Abreu adelantó a la Real. Pero un discutible penalti de Bravo sobre Braulio en el tiempo de descuento, decretado por el árbitro Bernabé García, significó el 1-1 definitivo. Los de Juanma Lillo, metidos en la pelea, se desinflaron a raíz del mazazo.

Songo'o fue titular en aquel partido. Pero perdió protagonismo durante el siguiente curso, ya en Primera División. El Zaragoza le cedió en enero a una Real lanzada hacia el ascenso. Y gustó el camerunés en su estreno, un empate a dos en casa contra el Las Palmas. Sin embargo, Emilio Nsue terminó ganándole la partida en la carrera por ser el primer recambio de Xabi Prieto. Y Songo'o concluyó su experiencia como blanquiazul con solo ocho encuentros disputados, uno de ellos como titular (en Huesca, 1-1). Se desvinculó del Zaragoza durante el verano posterior y jugó luego en el Albacete, en el Timbers estadounidense y en dos clubes griegos: Glyfadas y PAS Giannina, donde se retiró en 2014.

Como txuri-urdin solo disputó ocho partidos, únicamente uno de ellos como titular, el 1-1 cosechado en Huesca con gol de Mikel Labaka