penas tenía 20 años. Durante los meses previos no parecía llamado a debutar con el primer equipo. Y sin embargo los acontecimientos terminaron precipitándose a raíz del llorado descenso de la Real a Segunda División. Los inicios en la categoría de plata resultaron complicados. Chris Coleman, recién llegado al banquillo txuri-urdin, dio la alternativa a varios canteranos. Y en la lista de debutantes entró, aún con ficha del Sanse, Borja Viguera (Logroño, 1987). El atacante se estrenó en partido oficial con la primera plantilla disputando los trece minutos finales del triunfo (2-3) en el campo del Las Palmas, en la cuarta jornada de aquel curso.

Solo completó 50 durante la temporada. Y en la 2008-09 se quedó en los 25 minutos con el equipo profesional en toda la campaña. Su escasa participación, sin embargo, no fue óbice para que subiera al primer equipo durante el verano posterior, de la mano de Martín Lasarte. Viguera integró la plantilla del ascenso. Y continuó en ella ya en Primera División. El técnico uruguayo otorgó al riojano, durante las primeras jornadas, un protagonismo del que no había disfrutado en Segunda. Pero su tasa de participación fue decayendo hasta que recaló cedido en el Nàstic, ya en enero. Una grave lesión de rodilla frustró su experiencia en tierras catalanas. Y en junio de 2012, tras una segunda cesión a Tarragona y un préstamo de media temporada en el Albacete, el delantero se desvinculó de la Real para poner rumbo al Alavés, entonces de Segunda B. Su bagaje final como txuri-urdin se redujo así a 16 partidos con el primer equipo, ninguno como titular.

En Mendizorroza, Viguera vivió posiblemente su época de mayor esplendor. Lideró el ascenso a Segunda. Marcó 25 goles en la categoría de plata (2013-14). Y la cifra le valió para recalar en el Athletic, recién clasificado para la Liga de Campeones. Después de dos temporadas en la plantilla vizcaina, el de Logroño se marchó al Sporting, club con el que descendió a Segunda División. Y tras su etapa en Gijón fichó por el Numancia. En Soria se disponía este pasado agosto a iniciar su segunda temporada como rojillo cuando el club rescindió su contrato de forma repentina. Ahora milita en el Real Unión, en un Stadium Gal que asistió a un gol suyo desde el centro del campo cuando jugaba en el Sanse.

Como realista jugó cedido en Nàstic y Albacete; después militó en Alavés, Athletic, Sporting y Numancia; ahora integra el Real Unión