olo tenía 19 años y sus buenas prestaciones con el Sanse, unidas a las circunstancias del momento, le llevaron a debutar con el primer equipo de la Real. El cuadro txuri-urdin había jugado el martes anterior en Moscú, contra el Dinamo. De Pedro había sufrido una leve lesión en tierras rusas. Y Bernd Krauss dio la titularidad, en Anoeta contra el Valladolid, a un joven José Javier Barkero. El de Aretxabaleta disputó 70 minutos en aquel triunfo por la mínima (1-0, gol de De Paula) y se presentó ante el gran público, completando meses después, ya en abril de 1999, su carta de presentación.

Se disputó entonces el Mundial sub-20 de Nigeria. Y Barkero acudió al mismo como integrante de una generación que depararía trayectorias de todos los colores. Desde futbolistas que alcanzaron la cima como Iker Casillas o Xavi Hernández hasta jugadores que no lograron hacerse un nombre en el fútbol, pasando por casos intermedios como el del propio Barkero. Este subió al primer equipo de la Real durante el verano posterior. Y dejó de pertenecer al club en 2006, siete años después. En el camino vivió tres cesiones, a Toulouse, Eibar y Polideportivo Ejido. Como txuri-urdin, mientras, nunca consiguió triunfar, arrastrado posiblemente por la negativa dinámica colectiva del equipo durante aquella época. La temporada 2002-03, la del subcampeonato, supuso en este sentido una especie de oasis en el desierto. Pero evidenció también las dificultades que venía viviendo el jugador de Aretxabaleta para asentarse en la Real: un integrante de su generación (1979) a priori peor situado en el escalafón de la cantera, Igor Gabilondo, ya le había superado en cuanto a protagonismo.

Cuando dejó el club, Barkero se marchó al Albacete, de Segunda División. Allí destacó durante dos temporadas, en medio de un discreto nivel colectivo. Y se ganó así la oportunidad de regresar a Primera, fichando en 2008 por el recién ascendido Numancia. A lo largo de sus tres años en Soria continuó dando pasos adelante y a los 32, siendo ya un veterano, recaló en el Levante para vivir dos cursos brillantes en lo futbolístico, disputando la Europa League en el segundo de ellos. Durante la temporada 2013-14, su último curso en activo, defendió la camiseta del Real Zaragoza.

Debutó con el primer equipo durante el curso 1998-99, solo meses antes de lograr el título en Nigeria; terminó su carrera en 2014, en el Zaragoza