REAL Remiro; Gorosabel, Zubeldia, Le Normand, Aihen (Monreal, m. 60); Guevara, Odegaard, Merino; Barrenetxea (Portu, m. 69), Isak, Oyarzabal (Aritz, m. 78).

OSASUNA Juan Pérez; Estupiñán, Unai García, Aridane, Roncaglia, Nacho Vidal; Iñigo Pérez (Kike Barja, m. 73), Darko, Moncayola; Rubén García (Rober Ibañez, m. 73), Cardona (Adrián, m. 73),

Goles 1-0, m. 33: Isak. 1-1, m. 35: Cardona. 2-1, m. 60: Odegaard. 3-1, m. 68: Isak.

El destino siempre es caprichoso. El año que más navarros hay en plantilla txuri-urdin el sorteo de la Copa deparó un atractivo duelo de rivalidad regional contra Osasuna en los octavos de final. Es más, algunos de los exrojillos que defienden la txuri-urdin solo pedían cuando iban abriendo las bolas que no les cayera el club de su tierra. Probablemente en ese momento no reconocían el principal motivo por el que no les apetecía enfrentarse a ellos y era porque estaban plenamente convencidos de que les iban a eliminar.

Fue el partido de la gran confirmación de Isak. El sueco asumió la responsabilidad goleadora y la de ser el 9 de la Real, una que vez que Willian José se declaró en rebeldía. Con el mercado aún abierto, pero ya sin pretendientes serios, Imanol volvió a dejarle fuera de la convocatoria. Eso sí, el técnico ya se mostraba abierto a un rápido perdón con la intención de recuperarle para la causa.

Hablábamos de Isak. El escandinavo es un jugadorazo que persigue sueños y, viendo su nivel, es de los que parece tener a su alcance todo lo que se proponga. Como lo ratificó definitivamente solo una semana después. Si encima cuenta con un mediapunta a talentoso violinista como Odegaard que no para de buscarle a lo largo de los 90 minutos la consecuencia es que esta Real puede ganar a cualquiera. Tras un cabezazo de Barrenetxea que salvó Juan Pérez a centro de Odegaard, la conexión escandinava fabricó el primer gol que marcó Isak de disparo cruzado. Una mala salida de balón realista provocó una pérdida que aprovechó Cardona para hacer el 1-1. Y Moncayola rozó el palo segundos después silenciando a la grada.

En la reanudación, cuando crecían los nervios y la tensión, Odegaard ajustó el punto de mira para anotar su segundo golazo de falta a Osasuna. Otra vez el binomio nórdico se encontró para sentenciar la eliminatoria, en un córner botado por el rubio y cabeceado en el primer palo por su gran amigo en la plantilla, Isak.

La Real ya está en cuartos. A solo tres partidos de soñar con jugar una final. Un derecho que se había ganado después de convertirse en el mejor equipo de la Copa. Los números nunca mienten.