a temporada 2005-06 fue la segunda en la que Mikel González integró la plantilla del Sanse. También la primera en la que compitió en la máxima categoría. Eso sí, lo hizo de forma casi testimonial, jugando solo tres partidos, en septiembre. El del debut se saldó con un contundente 5-2 encajado en el campo del Mallorca, aún en los albores de un curso que terminaría para el central de Arrasate con una tarjeta roja. La recibió, producto de la frustración, durante los minutos finales de la eliminatoria de ascenso a Segunda que midió al filial txuri-urdin con Las Palmas.

Superaron los canarios aquella confrontación. Y terminaron subiendo, convirtiéndose en posible destino de Mikel para el siguiente curso. El defensa accedió de inicio al primer equipo, a las órdenes de Bakero. Pero a lo largo de aquella pretemporada de 2006, se habló mucho de una posible cesión al conjunto amarillo, opción que confirmó a posteriori el propio jugador. Terminó quedándose en el club, donde permanecería por espacio de once años al servicio permanente de la entidad. Durante este tiempo destacó, entre otras muchas cosas, por el decisivo gol que le marcó al Villarreal B en Segunda División, cuando el ascenso parecía cerca, pero nadar hasta la orilla se hacía cada vez más difícil. Y se le recuerda igualmente por el extraordinario nivel que ofreció durante la temporada 2012-13, la que con Philippe Montanier terminó con la Real accediendo a la Champions League. González no pudo jugar la previa del torneo contra el Olympique Lyonnais, ya que durante un entrenamiento estival se le cayó encima una portería de fútbol sala en Zubieta. Pero con Cadamuro (ida) y Ansotegi (vuelta) junto a Iñigo en el eje de la zaga, la Real pudo superar la eliminatoria.

Mikel dejó la Real en 2017 y estuvo cerca de ascender a Primera un año después con el Zaragoza. No lo logró y recaló en el AEK Larnaca chipriota, equipo en el que milita actualmente y es titular habitual. La temporada se está haciendo larga, ya que los partidos oficiales comenzaron en la segunda semana de julio con una previa de Europa League. El AEK venció aquella primera confrontación. También una segunda. Pero acceder a la liguilla le exigía superar cuatro y cayó en la tercera, contra el Gante belga. Ahora luchaba en la liga por acceder de nuevo al torneo continental.

Marcó un decisivo gol contra el Villarreal B en la campaña del ascenso, y destacó por su sobresaliente nivel en 2013, cuando la Real fue cuarta